Desprovisto de todo el efecto de la novedad, pero amparado en el lisérgico poder de la nostalgia, el músico rosarino volvió a presentar su exitosísimo disco, dos décadas después de su lanzamiento y en las inmediaciones de un Planetario colmado.
Enmarcado por una multitud de melancólicos que se dieron cita para rememorar melodías, sonidos y letras que supieron musicalizar algún remoto pasado, Páez volvió a ponerle el cuerpo, siguiendo el estricto orden del aquel álbum, a las 14 canciones del celebrado álbum editado en 1992 que asumió una escalada sin precedentes en su carrera musical.
En un show donde el acuerdo tácito fue burlar por unas horas el intrépido paso del tiempo, el artista repasó con una fidelidad sorprendente el disco que lleva vendidas más de 1.100.000 unidades.
Acompañado por Diego Olivero (piano y voz), Juan Absatz (teclado y voces), Dizzy (guitarras), Mariano Otero (bajo) y Gastón Baremberg (batería), el desafío más visible fue para la colombiana Adriana Ferrer, quien tuvo sobre los hombros reemplazar a Claudia Puyó en los inconfundibles registros vocales que adornan el repertorio.
Así, con “El amor después del amor” como apertura del concierto, Fito volvía a darle “play” al viejo CD que, según se sabia y recordó anoche, fue creado para “su musa inspiradora” la actriz –y su pareja durante una década- Cecilia Roth.
Ya sin la plasticidad con la que supo recorrer a los tumbos distintos escenarios, adornó el concierto con un costado más humorístico, desplegando simpáticos relatos sobre el origen de alguna canción que, generalmente, redundaban en algún que otro exceso, las mujeres y su carencia de piezas dentales al momento de componer el álbum.
Siguiendo la cronología continuaron “Dos días en la vida”, con Fabiana Cantilo y Celeste Carballo en la piel de Thelma y Louise criollas; “La verónica”, “Tráfico por Katmandú” y “Pétalo de Sal”, tema que ofreció el momento más emotivo del concierto.
Grabada junto al músico Luis Alberto Spinetta, fallecido en febrero pasado, la canción tuvo anoche una interpretación especial: “Es muy emocionante anunciarles que, por primera vez, el Flaco y yo vamos a cantar ´Pétalo de sal´ juntos en Buenos Aires”, adelantó Páez y durante la parte de Luis utilizó la pista de la grabación del disco para que pudieran entonarla a coro.
Y no fue ese el único homenaje para el “Flaco”: en uno de los intervalos sonó el tema “La la la”, acompañado por imágenes de la portada del disco que los dos músicos grabaron juntos en 1986.
Luego siguieron “Sasha, si sí y el circulo de Baba”, “Un vestido y un amor”, tema que Páez reconoció haberle escrito a Cecilia Roth para recomponer una pelea y la imponente “Tumbas de la gloria”.
Apañado en la ordenada lista de temas que permitía ir recreando la mística del disco original, llegaron la “La rueda mágica” con videos de Charly y Andrés Calamaro, “Creo”, “Detrás del muro de los lamentos” y “La balada de Donna Helena”.
Para cerrar esta re-presentación tardía de su octavo disco de estudio, Fito interpretó “Brillante sobre el mic”, junto a Fabiana Cantilo y la agitada “A rodar la vida” en donde el público desempolvó la vieja tradición de revolear con alevosía alguna prenda de vestir.
Uno tras otro se sucedieron los lentos, los rápidos, las tímidas y avejentadas avalanchas y los pequeños desbordes de algunas fanáticas encendidas con un reconocido tema de amor.
Como broche de oro, un interesante repaso por los temas más celebrados de su prolífica carrera tuvo sus puntos más poderosos en la feroz versión de “Ciudad de pobres corazones” que tuvo como invitado estrella a Charly García, “11 y 6” y “Cable a tierra”.
Ya sin un público iluminado por nostálgicos encendedores, pero con la potencia renovadora de las pantallas de celulares que multiplicaban de a millones por todo el predio, Fito demostró la camaleónica vigencia de su música que le asegura tener de su lado al paso del tiempo.
La gira del los “XX años después del amor” continuará el próximo jueves 18 en el Orfeo de Córdoba; el 20 en el Arena Maipú de Mendoza; y terminará en Perú con dos funciones: el 29 de noviembre en Lima y el 1 de diciembre en Arequipa.
Fuente Agencia Télam