El nuevo trabajo de Raly Barrionuevo, figura esencial de un folclore comprometido y libre a la vez, encabeza el listado de novedades discográficas de la semana. De la mano de «Rodar», que presentó con suceso el fin de semana último en el Coliseo porteño, el santiagueño profundiza sus inquietudes estéticas.
El resto del recorrido musical propuesto tiene color tanguero, aunque también allí aparecen matices y motivos diferentes.
La tradición llega desde Uruguay en la voz de Malena Muyala y también late en la garganta de nuestro Hernán Lucero.
Anita Co retoma los lazos entre la música ciudadana y el rock, mientras que Solar Martínez se apoya en el costado más cancionero a partir de viejas y nuevas obras.
«Rodar», Raly Barrionuevo
Dispuesto a no ceñirse a fórmula alguna y, en cambio, a dejarse llevar por el deseo y la búsqueda antes que por el arrullo del suceso, el cantautor santiagueño Raly Barrionuevo rompe un nuevo molde al echarse a «Rodar».
Aunque el clima sonoro, lírico e interpretativo del reciente séptimo álbum del artista se aprecia reposado, el concepto integral que atraviesa el repertorio registrado en Villa Allende, Córdoba, es el más rupturista y novedoso de los muchos que abrazó en 17 años de trayectoria discográfica.
Si bien lo folclórico es una referencia y un color, ya no tiene el protagonismo de los iniciales «El principio del final» (1995), «Circo criollo» (2001) y «Población Milagro» (2003), tampoco se percibe la modernidad de «Ey paisano» (2004), ni la electricidad de «Paisano vivo» (2006), ni el pulso decididamente campesino y testimonial de «Noticias de mi alma» (2007) y, por supuesto, tampoco el guiño al pasado que cultivó como «crooner» criollo en «Radio AM» (2009).
Este Raly viaja recurrentemente a partir de las letras de las canciones y también de unos climas sonoros donde se aprecia el aporte liberador de géneros que parece haberle sugerido la cubana Yusa.
«Como el sol», «Mochiler@s», «El sol parece lluvia», «La bienvenida», «Al costado del camino», «El sueño de los viajeros», el sorprendente «Bower», «Luna de Albigasta» y hasta «Duermen», tienen guiños de movimiento, de cambios, de recorridas que pueden ser temporales, geográficas o emocionales.
El Barrionuevo más conocido irrumpe en la militante atmósfera de «Mujer caminante» y en la testimonial «Niña fuego de la América sangrada» que comparte con la siempre emocionante voz de Liliana Herrero.
La intérprete entrerriana es una de las variadas celebridades convocadas para una travesía que contiene sin rispideces al Quinteto de Marcelo Véliz (cultor de la guaracha santiagueña), al ex líder de Ráfaga Ariel Pucheta y al trovador pop Leo García.
Se nota que con «Rodar», que durante noviembre será presentado en Córdoba, Rosario, La Plata y Bahía Blanca, el músico y cantante pretende andar a paso tan tranquilo como firme, quizás forjando un camino donde seguir asentando una manera personal de sonar, de expresarse y de cultivar una voz consecuente que esquiva la obviedad.
«Pebeta de mi barrio», Malena Muyala
Dueña de una personalidad que conmueve antes que arrollar, la uruguaya Malena Muyala encara en «Pebeta de mi barrio» el costado discográfico de un proyecto que en Montevideo también se hizo libro a partir de las historias de los vecinos en torno a un puñado de tangos clásicos.
En su versión únicamente musical que cruzó el Plata y bajo la batuta de Freddy Pérez, quien dirige el grupo, toca la guitarra y canta en varios temas, Muyala luce una cualidad interpretativa capaz de narrar cada historia abordada. «Desde el alma», «Naranjo en flor», «Ché, papusa oí», «Madreselva», «Ché bandoneón», «Garufa» y «En esta tarde gris», son parte de un recorrido que, claramente, no busca la novedad pero tampoco busca un subrayado nostálgico.
La versión de «El día que me quieras», que reúne a la intérprete con Rubén Rada, aporta uno de los pasajes que alteran el clima general del registro.
«Sin piel», Solar Martínez
De regreso a Buenos Aires tras varios años radicada en los Estados Unidos, la también actriz decidió una vuelta impregnada de tango a partir de un sonido apegado a la canción y, por ello, más signado por el piano y las guitarras que por la cadencia del bandoneón.
Sin prejuicios temporales, Solar Martínez es capaz de abrazar desde las «Golondrinas», de Gardel-Lepera, o «Atenti pebeta», de Ortiz-Flores, hasta nuevos autores como Eladia Blázquez («Sin piel»), Juan Vattuone («Sábanas vacías») y Adrián Abonizio (en la estupenda milonga «La vitrina»).
Las violas en manos de Maximiliano «Moscato» Luna y Javier Díaz González y el piano de Matías Piegari destacan entre los aportes instrumentales de la placa.
«TangRock», Anita Co
La trajinada y casi siempre infructuosa comunión entre el tango y el rock, encuentra una reconfortante excepción en la garganta de Anita Co, vocalista capaz de deslizarse por un borde inquietante que trasciende a ambos géneros y a sus características personales.
Así, las audaces visitas al Redondo «Blues de la artillería», a «Carabelas nada», de Fito Páez, «Autobuses», de Estelares, «Canción de 2×3», de Charly García, «Convalescencia en Valencia», de Bersuit, y hasta «Constitución de noche», del rosarino Adrián Abonizio, conviven sin rubores con gemas tangueras como «Maquillaje», «Sin lágrimas» o «Niebla del Riachuelo».
Por si todo ello fuera poco y en clave romántica, la intérprete se atreve al propio «Miento por fuera» y versiona el bolero de Armando Manzanero «Te extraño».
Las virtudes expresivas de la hija de Inés Rinaldi y Juan Carlos Cuacci, que da su segundo paso discográfico como parte de una importante familia musical, se apoyan en una orquestación impecable y vigorosa que comanda su padre, que tiene arreglos musicales del pianista Nicolás Guerschberg y notables participaciones de Horacio Romo en bandoneón y Facundo Guevara en percusión.
Fuente Agencia Télam