Estuvo prófugo dos días y ayer cerca de la medianoche se presentó en el edificio del ministerio de Seguridad. El ex jefe de policía declarará hoy ante el juez federal Carlos Vera Barros, en Rosario.
Quien hasta este viernes fuera jefe de la policía provincial, Hugo Tognoli, se entregó a la Justicia este domingo por la noche en la sede del ministerio de Seguridad de la capital santafesina.
Lo hizo cerca de las 23 y junto a un asesor legal. Durante la mañana de hoy era trasladado hacia los tribunales federales de Rosario donde deberá prestar declaración ante el juez Carlos Vera Barros.
Tognoli era buscado desde el pasado viernes luego de que un diario de circulación nacional publicara una nota en la que se lo involucra en delitos de encubrimiento del tráfico de drogas, motivo por el cual debió presentar su renuncia y se puso a disposición de la Justicia.
El mismo viernes viernes por la tarde el juez que investiga la causa libró un pedido de captura para Tognoli y allanó su domicilio, en esta ciudad, y no lo encontró, por lo que desde entonces el ex jefe policial quedó en condición de prófugo hasta este domingo por la noche, cuando se entregó.
Cabe recordar que antes de ser jefe de la policía de la provincia, Tognoli se desempeñaba al frente de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones (Ex Drogas Peligrosas) y que quien era su segundo hasta el viernes, Cristian Sola, es ahora el flamante jefe de la policía provincial.

Repercusión política

El escándalo nacional que provocó la fuga del ex titular de la fuerza tiene sumido al gobierno provincial en una crisis que es inédita desde que asumió en 2007 el Frente Progresista, algo que la oposición percibió claramente y decidió meter el dedo en la llaga que más le duele. Por eso, el ministro de Gobierno Rubén Galassi salió el domingo por Radio Dos de Rosario a advertir que “no se puede especular políticamente con este tema”.
“Veo algunas declaraciones como la (del secretario de trasnporte de la Nación, Alejandro) Ramos, como (el presidente del PJ provincial, José) Freyre, como el propio (diputado nacional del Frente para la Vitoria, Agustín) Rossi, y ahora parece ser que tienen la panacea”, dijo Galassi. “Estar especulando políticamente con temas como el combate al narcotráfico es cuanto menos lamentable”, agregó.
El ministro socialista dijo que “el gobierno nacional se tiene que poner los pantalones largos con el tema” y señaló: “Tenemos la misma cantidad de jueces federales que hace 30 años cuando el fenómeno del narcotráfico prácticamente no existía”. Criticó también que “a las fuerzas federales como Gendarmería, se las llevan para custodiar el gran Buenos Aires”. Y opinó: “Tenemos que sumar esfuerzos. El narcotráfico es un enemigo poderoso. Trabajemos en conjunto”.

Incomodidad

En diálogo con El Litoral, Sola admitió la situación “incómoda” en que se encuentra, luego de 10 meses secundando a Tognoli “con una buena relación de gestión, y cinco meses en la Dirección de Drogas, haciendo lo que considero un buen trabajo”.
El funcionario policial no tuvo inconveniente en reconocer que la noticia lo tomó de sorpresa, y rechazó suspicacias vertidas al respecto: “Las causas federales son manejadas por los juzgados federales, y nosotros no tomamos conocimiento hasta que se nos informa. De cualquier manera, es llamativo que yo me haya enterado por un diario, que el propio Tognoli lo haya hecho de esa forma, y que la orden de detención sea posterior a la publicación en el diario”.

La causa

Cerca desde las 16 del viernes, Vera Barros libró la orden de detención contra el ex jefe de la Policía, pero Tognoli decidió ausentarse de su domicilio y su abogado Eduardo Jauchen dejó trascender que el uniformado se entregaría el sábado a la mañana en la sede de los tribunales Federales, ubicados en Oroño al 900, de Rosario. Pero esta promesa se cumplió recién en la noche del domingo.
Tognoli debe declarar en el marco de una causa caratulada como «Sumario Investigación ley 23737 (de estupefacientes). Investigación preliminar». Ese expediente se originó hace más de un año en la Justicia Federal de Rosario para investigar supuestas irregularidades de altos jefes policiales en causas ligadas al narcotráfico y a la trata de personas. La causa quedó en manos del juez Federal N°3 Carlos Vera Barros, quien dejó la investigación sumaria en manos de la fiscal Liliana Bettiolo, una funcionaria que se encuentra subrogando la Fiscalía N°2.
Desde que tomó trascendencia pública a partir de una nota publicada en Página 12, la raiz judicial del caso fue por lo menos llamativa, y se deduce que la investigación se llevó adelante con bajo perfil. Pero la evolución de la pesquisa toma un perfil distinto cuando la fiscal Bettiolo pide que el juez Marcelo Bailaque libre una orden de allanamiento contra Tognoli, quien aparecía mencionado en las escuchas telefónicas que llevó adelante la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). La funcionaria judicial presentó ese requerimiento a Bailaque que se encontraba como subrogante del juzgado federal N°3 porque el titular de ese fuero había pédido licencia para realizar un viaje. Bailaque rechazó el pedido de la fiscal y adujo “no hacer lugar al pedido”. Vera Barros terminó su periplo y volvió a trabajar en el juzgado, donde hasta ayer al mediodía la fiscal no había insistido –según reveló el magistrado a este diario– con una orden judicial contra Tognoli. Pero después de la trascendencia que tomó el caso, el magistrado decidió durante la siesta y mientras el ingreso a la sede de lo tribunales estaba cerrada con un gigante candado librar una orden de detención contra el ex jefe de la Policía.
En la causa hay dos capítulos que comprometen a Tognoli. Uno de los datos surgió a partir de la investigación de una red de trata de mujeres en la provincia de Santa Fe. Los efectivos de la PSA realizaron una escucha telefónica en la que el dueño de un prostíbulo de Villa Cañás le preguntaba a un comisario mayor la forma de “arreglar” para vender cocaína. En un mensaje de texto, el funcionario policial respondió que debía pagar «30.000 (por mes) directo con Tognoli». Y le propuso también que el proveedor de los estupefacientes debía ser “Carlos Andrés Ascaíni”.
En el expediente hay, además, otra prueba de importancia, ya que este supuesto narco, un hombre que estaba siendo investigado en una causa por narcotráfico, recibió la información de que lo estaban siguiendo autos desconocidos. El sospechoso logró escapar, aparentemente, gracias a los datos aportados –según sospecha la Justicia– por el ex jefe de la policía de Santa Fe. Es que la PSA determinó que «alguien» había consultado en el Registro de la Propiedad Automotor por las patentes de los vehículos y le informaron que pertenecían a la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Esa consulta, que requiere de un código y una clave personal para ingresar, fue hecha a las 18.08 del 25 de noviembre de 2011 por el comisario Hugo Tognoli, quien en ese momento estaba al frente de la ex Drogas Peligrosas. El 8 de diciembre juró como jefe de la Policía, tres días antes de que asumiera Antonio Bonfatti.

Fuente El Litoral