El ex Jefe de la Policía declaró ante la fiscal federal de Rosario Liliana Bettiolo y el juez Carlos Vera Barros, quien tiene un plazo de diez días hábiles para resolver la situación procesal de Tognoli, que hizo su descargo. Fuentes judiciales explicaron que no se le imputa un delito específico sino que se lo acusa prestar «presunta colaboración» a un procesado por narcotráfico.
El ex jefe de Policía de Santa Fe, Hugo Tognoli, detenido en el marco de una causa por narcotráfico, se declaró hoy inocente ante la Justicia y seguirá preso, informaron fuentes judiciales.
Tognoli, quien se entregó anoche luego de haber permanecido casi dos días prófugo, fue indagado durante más de tres horas por la fiscal federal de Rosario Liliana Bettiolo y el juez Carlos Vera Barros, quien ahora tiene un plazo de diez días hábiles para resolver la situación procesal del sospechoso.
«Negó todos los cargos», informó a Télam una fuente judicial con acceso a la causa y precisó que Tognoli, acompañado por su abogado Eduardo Jauchen, no sólo hizo su descargo sino que también aceptó responder a las preguntas de los funcionarios judiciales.
La misma fuente indicó que en esta etapa de la investigación, a Tognoli no se le imputa un delito específico sino que se lo acusa de haber prestado «presunta colaboración» con Carlos Ascaini, alias «El Vasco», quien se encuentra procesado con prisión preventiva por narcotráfico.
«Se le hicieron saber los hechos por los que se lo investiga y recién cuando se resuelva su situación procesal se determinará la calificación legal de la imputación», añadió el vocero consultado.
En ese sentido, el defensor Jauchen, al retirarse cerca de las 14 de los tribunales rosarinos ubicados en la calle Oroño al 900, consideró ante la prensa que «no hay elementos para sustentar» una acusación y que todo es «muy confuso».
Tras la indagatoria, que comenzó alrededor de las 10.40, el juez Vera Barros debía resolver esta tarde dónde quedará alojado Tognoli, quien fue llevado y retirado de los tribunales bajo la custodia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
El magistrado ordenó la semana pasada la detención de ex jefe policial por pedido de la fiscal Bettiolo, y el viernes por la mañana el propio Tognoli renunció a su cargo y aseguró a la prensa que era inocente y se ponía a disposición de la Justicia.
Ante esa situación, el Ministerio de Justicia de Santa Fe designó inmediatamente en lugar de Tognoli a quien era el subjefe de la fuerza, el comisario Cristian Sola.
La noche de ese mismo día, cuando el personal de la PSA allanó el domicilio de Tognoli en la ciudad de Santa Fe, sólo encontró a su esposa, el vehículo de la familia y dos teléfonos celulares.
Sin embargo, las fuentes judiciales señalaron que el celular de Tognoli no está secuestrado en la causa y que el acusado tampoco lo aportó hoy ante la Justicia.
El aparato podría resultar de importancia para la pesquisa ya algunas de las pistas que siguen los investigadores surgieron de una serie de mensajes de de texto, entre ellos, los que mantuvo otro jefe policial con el supuesto dueño de un prostíbulo y en los que se mencionaron los nombres de Tognoli y Ascaini.
Sin embargo, el ex jefe de la policía santafesina negó hoy ante la Justicia tener algún vinculo con el detenido por narcotráfico y también haber utilizado su clave personal en el Registro Automotor para ayudar a Ascaini a no ser apresado.
Los hechos investigados ocurrieron a partir de noviembre de 2011, cuando Tognoli era por entonces el jefe de la División Drogas Peligrosas, cargo que dejó un mes después cuando lo nombraron titular de toda de la fuerza.
Por su parte, Ascaini recién fue detenido el 8 de mayo pasado por la policía provincial con 1.168 gramos de cocaína hallados en la guantera del automóvil que conducía y una pistola marca Browning calibre 9 milímetros.
Según un fallo del 19 de junio pasado de la Cámara de Apelaciones de Rosario que confirmó la prisión preventiva del acusado, éste dijo a los efectivos al momento de ser detenido: «¿Es en serio? ¿Ustedes saben quién soy yo?».
Este comentario fue interpretado por los camaristas como una presunción del que sospechoso aparentemente contaba o creía contar con cierta impunidad ya que estaba vinculado con personas que podían interferir en la investigación.
Fuente Agencia Télam