Grandes extensiones -algunos medios señalan casi tres millones de hectáreas- de los departamentos del sur de esta provincia (General López, Caseros, Belgrano, Constitución, San Lorenzo y Rosario) se inundaron con las lluvias de las últimas dos semanas, que promediaron 450 milímetros, tres veces más que la media de la última década para el mes de octubre.
La saturación hídrica impedirá, por lo menos por 15 días, las labores sobre el terreno. Por eso “la cosecha récord que nos veníamos imaginando en la región no va a ser tal”, advirtió el ingeniero José Luis Moto, un estudioso del clima y de su incidencia en la producción santafesina.
“Hay pérdidas en cultivos de maíz, girasol, cebada, trigo y garbanzo. Si esto continúa así, en algunos campos de la provincia no se podrán sembrar los cultivos de verano”, alertó. Admitió que la persistencia de campos inundados obligó a los productores pecuarios a retirar la hacienda. “Hay campos que tienen hasta un metro de agua sobre el suelo. Obviamente, en estos casos los cultivos se perdieron”, apuntó.
Moto recordó que el año pasado la región padeció una sequía que “generó muchas complicaciones, y ahora tenemos exceso de agua. Será otro año con dificultades para muchos productores. Para que la situación mejore necesitamos 20 días sin lluvia, con sol y viento”.
En otro orden, si bien cesó la lluvia, en una amplia región del sur santafesino varias rutas continuaban cortadas por anegamientos, y la red de pisos naturales está muy dañada, por lo que es dificultoso acceder a las explotaciones.
Otra opinión
Por su parte, el productor Gustavo Grobocopatel, se refirió a las inundaciones que afectan a parte de la provincia de Buenos Aires. “Sembramos más tarde y en peores condiciones”, advirtió. “Mucha gente no podrá sembrar nada por las inundaciones. Hasta hace un mes pensábamos que en cuanto el tiempo se normalizara, el agua iba a bajar y se podría sembrar un 60 ó 70 por ciento de lo estimado. Pero sigue lloviendo y no vamos a poder sembrar esos porcentajes”, señaló Grobocopatel.
Finalmente, explicó que “las inundaciones son cada vez más amplias en distintos puntos” y esto hace que “se siembre más tarde y en peores condiciones”. De todos modos, aclaró que “falta todavía para decir si la cosecha será buena o no”.
Fuente El Litoral