El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) firmó un acuerdo de colaboración técnica con John Deere Water, destinado a implementar en Córdoba un ensayo a campo de riego por goteo subterráneo, que permite ahorrar agua y aprovecharla en casi su totalidad en los cultivos.
El convenio fue suscripto por el director de la Estación Experimental Agropecuaria Manfredi del INTA, Enrique Ustarroz, y el presidente de John Deere Water e Industrias John Deere Argentina, Antonio García, en el marco de la 3ª Reunión Internacional de Riego, realizada en la sede del INTA Manfredi, en Córdoba.
El proyecto se realizará en un terreno designado por el INTA Manfredi en la provincia de Córdoba, y tendrá una duración de cinco años.
La superficie destinada para la prueba es de aproximadamente 15 hectáreas, 6 de las cuales serán utilizadas para desarrollar un plot con riego por goteo subterráneo y las restantes como testigo de cultivo en secano.
El INTA realizará los trabajos relacionados con la implantación de los cultivos, su control, mantenimiento y cosecha, además de aportar el suministro del agua necesaria para el riego, mientras John Deere Water proporcionará el equipamiento para el desarrollo del proyecto, y se encargará de la coordinación y la ejecución técnico-administrativa.
El riego por goteo subterráneo es un sistema de irrigación de bajo volumen que mejora sensiblemente la utilización del agua, aportando una eficiencia superior al 90% y proporcionando uniformidad en su aplicación.
De esta manera, permite destinar la cantidad exacta de agua y nutrientes a cada una de las plantas a lo largo de su crecimiento, logrando un mayor rendimiento, mejor calidad de los cultivos y también un mayor ahorro en materia de costos energéticos y de fertilizantes.
En particular, se utilizará el lateral de goteo autocompensado D5000 de John Deere, que se usa en equipos de riego destinados a cereales, oleaginosas y cultivos forrajeros”.
Argentina cuenta con un potencial de 16 millones de hectáreas susceptibles de ser puestas bajo riego. Si además se tiene en cuenta que –de acuerdo con la FAO- la población mundial superará los 9.000 millones para 2050, los beneficios del riego de precisión resultan ineludibles.
En particular, considerando que el aumento de la demanda global de alimentos implicará la necesidad de incrementar las inversiones en agricultura en un 50% para ese mismo año, la importancia de adelantarse a esas necesidades resulta aún mucho mayor.
Fuente Sala de Prensa – Presidencia de la Nación