La banda norteamericana Kiss con sus 39 años de trayectoria recreó buena parte de sus clásicos y estrenó las nuevas composiciones de su reciente álbum «Monster» anoche en el estadio de River Plate en una calurosa velada que contó además con abundante pirotecnia desde el escenario.
Durante poco más de una hora y media de concierto y ante alrededor de 25 mil personas, Kiss mostró su vigencia con el paso de los años, al ritmo del más puro rock and roll.
Permanentemente el guitarrista y vocalista Paul Stanley, en una mezcla de inglés y castellano, agradeció varias veces a su público con un «Buenos Aires como va», pero por momentos entonó a capella pedacitos de «Cielito lindo» o «Guantanamera».
El combo fue alternando los clásicos con las nuevas canciones y además hubo momentos para que cada integrante se luciera en forma individual, mientras cada interpretación era acompañada por imágenes desde las pantallas y abundante fuego y pirotecnia en el espacio escénico.
«Hell or hallelujah», «Wall of sound», «All for the love of rock & roll», «Outta this world» y «Long way down» de su reciente editado disco «Monster» mostraron a una precisa versión 2012 de Kiss, pero sin perder la estruendosidad del rock para grandes estadios, que los caracteriza desde un comienzo.
Pero los momentos claves surgieron con los clásicos como «War machine», «Hotter than hell», «I love it loud», «Calling Dr. Love», «Love gun», «Black diamond» y «Lick it up», en donde más allá del liderazgo vocal de Stanley (con algunos problemas en su voz), el bajista Gene Simmons y el baterista Eric Singer colaboraron y cumplieron con su parte.
En un determinado momento del show, sostenido por arneses, Stanley voló sobre el público parar terminar parado en un mangrullo y tocando sus partes desde ahí.
Más tarde, Gene Simmons -también sostenido por arneses- se elevó en el escenario y luego de escupir fuego, vertió desde su boca, sangre sintética, como la que se usa en los efectos especiales para el cine.
Más tarde, el batero Singer realizó un interesante con contrapunto con el otro violero Tommy Thayer, a quien además se le cantó el feliz cumpleaños con torta incluida.
Y los bises resultaron un regalo y un bálsamo para la gente que soporta una noche terriblemente calurosa, pero que debió sortear los graves problemas para llegar al estadio por el caos provocado por un apagón, que provoco graves problemas en el tránsito.
Mientras la banda cerraba la noche con dos de sus más grandes clásicos «Rock and roll all nite» y «I was made for loving you», los fuegos de artificio cubrieron el cielo de Nuñez, y el público emocionaba a la banda con su ovación y su fidelidad.
Previa a la nueva presentación de Kiss a la Argentina, la banda rockera local Rata Blanca, deleitó al público con algunos de sus clásicos donde temas como «El círculo de fuego», «El reino olvidado» y «La leyenda del hada y el mago», que fueron ampliamente coreados por los fans.
Adrian Barilari, el vocalista del grupo bien apoyado por Walter Giardino en guitarra, Guillermo Sánchez en bajo, Fernando Scarcella en batería y Danilo Moses en teclados, volvieron a ofrecer un show que en materia de sonido y puesta de luces, fue de primer nivel.
Además, los Rata Blanca invitaron a la multitud a concurrir el 15 de diciembre al Buenos Aires Lawn Tennis Club de esta ciudad, donde ofrecerán un concierto para festejará sus 25 años de carrera.
Fuente Agencia Télam