Manifestantes de todo el país se preparaban a realizar hoy un nuevo cacerolazo para protestar contra diferentes políticas del gobierno, mientras que oficialistas y opositores se pronunciaron en torno a la marcha.
La anterior marcha fue el 13 de Septiembre último y tuvo como epicentro la Plaza de Mayo, mientras que esta vez será la Avenida 9 de Julio y plazas de ciudades del interior del país. La protesta fue convocada básicamente por las redes sociales, aunque también se pronunciaron a favor de la manifestación dirigentes de partidos opositores.
La convocatoria volvió a generar cruces entre los principales dirigentes políticos del oficialismo y de la oposición, aunque desde los sectores contrarios al kirchnerismo se planteó un compromiso de no “politizar” la protesta.
Desde el oficialismo cuestionaron la metodología que se plantea para impulsar los reclamos al gobierno y hasta hubo duras críticas de algunos sectores kirchneristas como el que representa Luis D’Elía, que tildó de “tilingos” a quienes participarán del cacerolazo y adelantó que “comenzará la diatriba golpista”.
El titular de la UCR, Mario Barletta, rechazó las críticas del oficialismo contra el cacerolazo y consideró que la protesta representa “la mejor expresión de la vigencia de la vida democrática” en la Argentina.
Desde esa fuerza distribuyeron volantes en el que anticipan la intención de participar “en nuestra condición de ciudadanos y sin identificaciones partidarias”, y para defender la Constitución, el Poder Judicial independiente, la libertad de expresión y la posibilidad “de nuestros hijos de crecer libremente, frente a las patotas que se piensan con derecho a ingresar a las escuelas a decirles cómo pensar”.
Fuente El Litoral