Fue en 2009, previo a la separación tan clara de entidades, entre kirchneristas e integrantes definitivos de la Mesa Nacional de Productores de Leche que Suardi, con la presencia de Eduardo Buzzi, se convertía en el escenario de una reunión de productores que luego terminaría empujando lo que fueron las compensaciones.
Esta noche se repetirá el cuadro, con crisis, con dirigentes, con reclamos, con hartazgo y en la misma Suardi que inició los bloqueos en julio pasado. Será en Asociación Junior Club que se desarrolle el encuentro liderado por Julio Aimar, el coordinador de la MNPL, que es la que convoca a debatir, a plantear todo lo hecho y el camino a recorrer.
Previamente la Comisión de Lechería de FAA se reunirá a la hora 17 en el Salón de la Cooperativa Telefónica, donde se unirán voces para llevar al encuentro posterior, pero también se debatirán cuestiones internas de la entidad, aprovechando la presencia de su presidente.
Daniel Oggero, uno de los organizadores de la cita e integrante de la Comisión de FAA señaló, «veremos cuál va a ser el camino a seguir, pero probablemente se de un carácter asambleario para saber cómo seguir y cómo vamos a definir esta grave situación que atraviesa la lechería». Sin respuesta del Ministerio de Agricultura, serán los tamberos quienes tengan que hacerse de un resguardo en una negociación directa con las empresas, teniendo en cuenta que las industrias lograron ir mejorando el pago por litro en los últimos meses para asegurarse la materia prima, pero ese es un tramo difícil, ante la intervención y a la vez, la irresponsabilidad del Estado que no quiere dar a conocer el ritmo económico de la cadena. «Acá no se ha resuelto nada políticamente, sino que la mejora se da porque falta leche», aseguró el federado que remarcó que «hoy estamos a cuarenta centavos de tener el mismo poder adquisitivo que en 2010».
En este mismo sentido, Fernando Calcha, el presidente de la Sociedad Rural de Rafaela aseguró «hoy el tambero tiene que tener un piso de 1,90 pesos para no tener que salir de la actividad». Esta es la seguridad que falta para poder progresar en y con los tambos, ya que la fluctuación de precios, la equiparación en desmedro del trabajo tambero hace que se debiliten los más pequeños, que la concentración avance y que a la vez se perjudiquen regiones como las nuestras que encuentran en la lechería un respaldo económico y social, fundamental.
Esta noche en Suardi se volverán a oír muchas posturas, muchas historias fuertes de la resistencia en la actividad, pero sobre todo se escuchará la voluntad de seguir produciendo, de mantenerse en las explotaciones de tradición familiar.
Serán los dirigentes los que deban canalizar las voces, entender los reclamos y tratar de elevarlos a los responsables, aunque sea la misma lucha de siempre, con el mismo empeño y con nulos resultados, pero dejando claro lo que Calcha grafica como «no bajar los brazos». Seguir en los tambos es el objetivo y en el precio está la clave del conflicto, más allá de los gobiernos, los dirigentes y los climas.
Fuente La Voz de San Carlos