Un informe de pre campaña de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, publicado por elrural.com anuncia un incremento de 8,3 % del área sembrada con trigo para la campaña en ciernes.
Juan Dreiling observó que «en los últimos tres años hay un desinterés por este cultivo», una de las variables es la mala experiencia registrada por muchos productores con la cebada (las precipitaciones primaverales complicaron la campaña 2012).
Aún así, en 25 días, se espera que en el norte del área agrícola Argentina, favorecida por precipitaciones suficientes, empiece la siembra. Sin embargo, en el Oeste de la misma los vaticinios no son tan alentadores. Los perfiles de suelo necesitarán recarga estacional de agua. Consultamos, a propósito de las razones de este déficit ambiental, un informe elaborado en diciembre por el Ing. Agr. Eduardo Sierra publicado en el sitio webdelcampo.com. En él plantea una irregularidad en el régimen hídrico (precipitaciones intensas con lapsos secos prolongados, tormentas severas localizadas y desborde de ríos y arroyos). Lo que dará como resultado un «elevado volumen de producción agrícola total a nivel nacional, pero con fuertes contrastes locales», además del incremento de costos asociados a las tareas logísticas, la proliferación de malezas vinculada a las condiciones mencionadas de humedad y las dificultades en la cosecha, el transporte y el almacenaje.
En cuanto a la campaña triguera y sus variables, Dreiling sostuvo que «el productor lo ve con buenos ojos». El año pasado se cultivaron 3.600.000 ha que se incrementarían en 3.900.000. Esta cifra está por debajo del promedio de las últimas 5 campañas (-7%). «Es decir que todavía hay posibilidades de aumentar el área de trigo», concluyó.
En ese sentido, otras fuentes vinculadas al sector cerealero son escépticas, pues sostienen que de no incentivar al productor desde el gobierno para que cultive trigo, el área total cultivada no superará el umbral de los 3.900.000.
Fuente El Colono del Oeste