En la página de la cartera agropecuaria se revelan los datos más antiguos que mencionan el empleo de campos de arroz para el cultivo de peces provienen de China, que posee una larga historia en esta práctica. Ese cereal fue siempre la principal cosecha en ese país en términos de área y producción.
Los registros arqueológicos sugieren que estos cultivos se iniciaron durante la dinastía Wei (220-265 DC).
Los peces mayormente cultivados eran las carpas (común, dorada, herbívora y plateada). La investigación formal comenzó en la provincia de Jiangsu, también con carpas. Las carpas plateadas durante el período de crecimiento del arroz, aumentaban su peso en 50 veces, y la carpa común, unas 20 veces.
A partir de 1949, estos cultivos se desarrollaron rápidamente, incluso con otras especies como bagres, tilapia y otros peces. A fines de la década del ’80 se cosecharon 800 mil hectáreas con una producción media de 133 kg/ha de peces y en las áreas más importantes, se alcanzaron los 15.000 kg/ha de arroz, acompañado de 1500 kg/ha de peces. Esto incrementó notablemente la renta de las familias productoras y mejoró el cultivo de peces y arroz en conjunto.
Existen dos formas básicas de producción: 1) La rotación arroz-peces 2) El cultivo en conjunto, denominado co-cultivo. La rotación consiste en el cultivo del arroz durante una estación y el de peces en la estación siguiente (a la manera en que Estados Unidos efectuó en varios de sus Estados, con su channel catfish). En general se enfatiza la producción de arroz y a su vez, los peces mejoran el crecimiento de las plantas de arroz al ciclo siguiente.
En Argentina, una empresa arrocera situada en el norte de la provincia del Chaco (en las cercanías de la localidad de La Leonesa), inició hace muy pocos años y por primera vez en el país, una explotación de este tipo con el pacú como especie comercial.
El mercado argentino es buen receptor de esta especie y los consumidores están acostumbrados a piezas grandes, con un mínimo de 1,2 Kg o mayores a las cosechas. La especie muestra un excelente crecimiento en sistema semi-intensivo en estanques excavados, con oferta diaria de balanceado de un 32% de proteína en engorde final y con prácticamente, un sencillo manejo de su producción, aporta una cosecha de 3 Tn/ha en el sistema mencionado. La empresa apunta a unas 400 hectáreas de cultivo de este tipo y ha dejado de lado el empleo de los usuales agroquímicos en los campos que emplea para esta rotación tan interesante y rentable.
Sala de prensa – Presidencia de la Nación