El acordeonista misionero Chango Spasiuk encabezó una versión de “Puerto Tirol” que le colocó un encendido cierre al magnífico y revelador concierto de músicos locales que anoche, en un colmado Auditorio de Casa de Culturas, cerró la primera de las dos jornadas del Encuentro Regional con Intérpretes y Creadores del Folclore del Litoral en la capital chaqueña.
El casi siempre infructuoso ejercicio de ligar ideas y postulados con la acción artística logró tener ayer, en el primer día de esta segunda parada de una apuesta regional urdida por José Ceña para conocer qué suena en la Argentina, una coherencia arrasadora, bella y atractiva.
Es que los músicos chaqueños reunidos gracias al criterio del cantautor Coqui Ortiz animaron un ajustado muestrario donde se expuso la variada vitalidad con la que asumen el legado de su territorio.
Tal como se había verbalizado en algunas de las charlas diurnas, la música local ostenta dos caras esenciales: una más visible que se recuesta en el Paraná y huele a chamamé y otra, ligada a los montes, a los pueblos originarios y a otras tradiciones sonoras, que se despliega hacia el oeste.
Sobre el precioso Auditorio del complejo cultural, la selección de instrumentistas, autores y cantantes locales se encargaron de volcar mágicamente las reverberaciones de esas tradiciones.
A las 21.20, el dúo de Charata que integran el guitarrista Sergio Díaz y la vocalista y percusionista Verónica Varela mostró un melodismo de orfebrería en “Hacha, cantina y cosecha” y en “Coplas para una comunidad toba”.
Sumando a su coterráneo Germán Kalber se oyó el lirismo de “Sofía y su sombra” y, enseguida, el cantante de voz clara y potente y guitarra punzante entonó los estupendos “Entre la luna y el sol” y la chacarera doble dedicada al pueblo mocoví “Dueño del tiempo”.
Para regresar al oriente provincial, el pasaporte se llenó de los aires exquisitos del acordeón de Lucas Monzón, que arrancó con una sentida pieza en solitario a su madre “Aurora” y luego convocó a la dupla integrada por el guitarrista Patricio Hermosilla y por el pianista Juan Mora para un sobrecogedor “Chamamé oscuro”.
Hermosilla-Mora añadió a su presentación “Algo pasó en el baile” (con un embriagador guiño a la bossa noova) y “Ojos al mediodía” para completar una performance de excepción.
Ante una platea extasiada, a Seba Ibarra le cupo el desafío de ratificar por qué es uno de los nombres de mayor proyección de la escena local y su inmensa libertad expresiva resolvió la cuestión.
La ironía de “El pseudo” (donde canta “lo que pretendo es que esto suene a chamamé”), la belleza de “Niño Paraná” (con otro descomunal aporte de Monzón) y el juego sensible de “Mete los pies” (para el que también se anotaron las voces de Varela y Kalber) amasaron una fresca y lograda cuota cancionera.
“Hace mucho que no tocaba el acordeón solo, pero este es un pequeño aporte para sumarme a una expresión colectiva”, explicó un ovacionado Spasiuk en medio de un set que incluyó su obra “Misiones” y una cita a su admirado Blas Martínez Riera como prólogo a “Kilómetro 11”.
La despedida sobre el “Puente Tirol”, integrando el acordeón azul de Monzón y la guitarra de Kalber, le puso broche a lo que para la música chaqueña puede significar la puesta en escena de un presente de valiosa expresividad que respira futuro.
Hoy, en la segunda y última jornada del Encuentro, la actividad se mudará al Centro Cultural Alternativo donde Ortiz tributará a los referentes Aledo Luis Meloni, Piti Canteros y Raúl Junco, se inaugurará la muestra “Litoraleños”, con fotos de Eduardo Fisicaro y habrá charlas y talleres.
Al final, desde las 22, la música correrá por cuenta de Jorge Fandermole, Niní Flores, Carlos Aguirre, Néstor Acuña, Matías Arriazu, Mauricio Bernal y Joselo Shuap.
Fuente Agencia Télam