Recomendaciones técnicas para armar dietas sencillas y nutritivas a base de granos de cereal, subproductos de agroindustria y fuentes ricas en fibra para bovinos de carne y leche.
El clima es variable. Los excesos y déficit hídricos exigen que los productores sean flexibles con sus decisiones y se adapten a los cambios para, a pesar de los imprevistos, llevar adelante su empresa ganadera. Para Aníbal Fernández Mayer, nutricionista del INTA Bordenave –Buenos Aires–, existen varias alternativas que permiten amortiguar el impacto del clima adverso. En el caso de que los no puedan trasladar a los animales a sitios seguros, el especialista recomendó “aplicar dietas sencillas a base de granos de cereal, subproductos de agroindustria y fuentes ricas en fibra disponibles en la región pampeana y extra-pampeana”. En esta línea, Fernández Mayer destacó el aporte energético del maíz, el sorgo, la cebada, el trigo y la avena y su implementación en situaciones extremas. Además, recordó que, excepto con el grano de sorgo, se deben suministrar molidos y siempre con un previo y buen acostumbramiento del rumen. En cuanto a los afrechillos de trigo, maíz y arroz, el técnico los consideró “verdaderos suplementos energético-proteicos” para bovinos para carne y leche, especialmente para vacas de cría en producción, terneros de destete y novillos. Aunque cuentan con algunas desventajas: el de maíz tiene baja disponibilidad en el mercado y el de arroz se enrancia fácilmente debido a su alto contenido de grasa. “El método antioxidante más efectivo es el tratamiento con calor, inmediatamente después del molinado”, recomendó el especialista. Entre los suplementos proteicos se destaca el pellet o harina de girasol por su alto contenido de proteína bruta (30 al 34%) y una digestibilidad que varía entre el 70 y 75%. “Es muy adecuado para alimentar desde vacas lecheras hasta animales en crecimiento y terminación”, explicó el técnico de Bordenave. Para garantizar altas producciones de carne o leche, recomendó “agregar algún grano de cereal para aportar la energía que carece, sales minerales y una fuente fibrosa apropiada”. Por su parte, la raicilla o pellet de cebada tipo A es considerado uno de los mejores alimentos balanceados naturales para cualquier categoría de animal. Sólo requiere el agregado de sales vitamínico-minerales y una baja proporción de granos de cereal, para el caso de vacas lecheras de alta producción o para terminar animales. El poroto de soja cruda o sojilla es otra alternativa con alto contenido proteico y energético, además de grasa y minerales. Siempre y cuando se lo acompañe con granos de cereal para mejorar el nivel energético de la dieta, es apto para todas las categorías de animales. Cada región del país se caracteriza por tener una gama muy amplia de suplementos proteicos que promueven excelentes resultados sobre la producción de carne o leche como la harina de soja, de maní, copos de sorgo, semilla y harina de algodón. “En todos los casos, es necesario ajustar los aportes de acuerdo al tipo de animal que se destina y agregar fuentes energéticas como los granos de cereal”, aseguró. En cuanto a la elección de la fuente fibrosa, Mayer subrayó que frente a situaciones climáticas adversas se puede utilizar desde rollos de buena a mala calidad, hasta pastos naturales o rastrojos de cosecha, ya que “permiten obtener excelentes resultados en producción de carne”. “Los forrajes conservados de baja calidad son económicos y sólo aportan fibra, lo que promueve una mayor masticación y salivación. Esto, a su vez, reduce la acidez y la consecuente pérdida de producción”, indicó.
Fuente INTA Informa