¿Sabía que la supervivencia de muchas especies de aves depende de los pastizales? ¿Compraría carne certificada porque su producción preserva la biodiversidad? Con ayuda del INTA, una encuesta de Aves Argentinas se propone conocer más sobre el consumidor.
Productos que parecen similares pueden provenir de sistemas de producción con distinto impacto ambiental. ¿Cómo promover la ganadería sustentable? Para Aves Argentinas, los consumidores pueden tener un rol clave y ser parte de la solución si se diferencian los productos realizados bajo buenas prácticas. Por eso otorga un sello de calidad a establecimientos y otros operadores de la cadena comercial de carnes que siguen un protocolo para la conservación de los pastizales. El programa Carne del Pastizal, que lidera en el país Aves Argentinas y respalda la Fundación Vida Silvestre, se propone incentivar la producción de ganado bajo esquemas amigables con la biodiversidad. Cuenta con un protocolo, procedimientos, un manual de calidad, establecimientos adherentes que comercializan y operadores que faenan y elaboran para el mercado cortes de novillos criados en una producción comprometida con el cuidado del ambiente natural. Hoy el desafío es la difusión de un producto novedoso, desarrollado por esta iniciativa, que tiene sus primeros dos puntos de venta en la ciudad de Santa Fe –Santa Fe–. “Queremos promover la Carne del Pastizal entre aquellos consumidores que al momento de elegir se preguntan cómo se hizo el producto”, dijo Gustavo Marino, coordinador del Programa Pastizales de Aves Argentinas. En el mercado no hay muchos productos que pongan de relieve la calidad de su sistema de producción en cuanto a la biodiversidad. En el caso de la carne, los consumidores, en general, no cuentan con información acerca de su origen, su calidad ni de sus condiciones de producción. En este sentido, “es uno de los primeros que se promueven a nivel mundial”, aseguró. ¿Sabía que la supervivencia de muchas especies de aves depende de los pastizales? ¿Compraría carne certificada porque su producción preserva la biodiversidad? Son algunas preguntas de una breve encuesta que Aves Argentinas, con la colaboración del INTA, invita a responder para conocer mejor a los consumidores de cortes bovinos. Comúnmente se habla de conservación de la vida silvestre de manera separada de la producción. La Carne del Pastizal, en cambio, proviene de campos que mantienen el hábitat natural y tienen buenos índices productivos. En este sentido, Marino dijo: “Resume lo que proponemos como una forma de ganadería, de producir alimentos, carne concretamente, que integra la producción y la vida silvestre”. Las oportunidades y desafíos para desarrollar la ganadería de pastizal en la Argentina será uno de los temas de la Jornada de Actualización Ganadera de la Pampa Húmeda, en Casilda –Santa Fe–, los días 27 y 28 de agosto, organizadas por Desarrollo Ganadero Sustentable –DGS–, integrado por el Ministerio de la Producción de Santa Fe, la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario y el INTA Venado Tuerto.
Biodiversidad y aptitud agrícola Los pastizales constituyen el bioma de mayor importancia económica para la humanidad. Sin embargo, en nuestro país “hay una pérdida de más de la mitad”, señaló Marino. Las zonas con más aptitud agrícola fueron masivamente convertidas en cultivos y quedan porcentajes mínimos de pastos naturales típicos de la pampa ondulada. “Es el bioma de la Argentina con mayor grado de antropización y eso ha hecho que una gran cantidad de especies se vean refugiadas en puntos, que llamamos Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICAs), donde trabajamos con el proyecto”, agregó. Las prácticas inadecuadas de pastoreo afectan desde hace siglos la dinámica de los pastizales y, además de pérdidas económicas, deterioran la diversidad biológica. Pastos autóctonos, como el Agropiro Criollo y la Cebadilla Chaqueña, sufrieron una disminución significativa y hoy son difíciles de encontrar en la subregión de la Pampa Deprimida, en la provincia de Buenos Aires. Similar es la presión en la pampa mesopotámica, en la provincia de Entre Ríos. Por los cambios en la estructura o la disponibilidad de la vegetación autóctona, la fauna nativa ve afectado su hábitat natural y, en consecuencia, la satisfacción de sus necesidades de alimento, refugio y reproducción. Así, numerosas especies de aves –como el tordo amarillo– y algunos mamíferos –como el venado de las pampas–, se encuentran gravemente amenazadas. Cuestión de manejo En la Argentina, la ganadería se concentra principalmente en la región pampeana, que está mayormente en manos privadas. “No tenemos en este bioma la posibilidad de crear áreas protegidas, no hay tierras públicas, por lo tanto nos volcamos a trabajar en sociedad con los productores, que son los que toman las decisiones en el territorio, en una gran parte de los pastizales”, comentó Marino. Aves Argentinas, junto a productores, técnicos, instituciones y ONG, desarrolló un protocolo de manejo sustentable y certifica con el sello Carne del Pastizal a aquellas que provienen de vacunos nacidos y criados en campos bajo ese sistema. El mismo establece que el campo debe tener, como mínimo, el 50% de su superficie con pasto natural, no permite el encierre a corral o feed lot –pero sí la suplementación– y establece la condición de pastoreo en libertad. En el programa de calidad ya hay 29 establecimientos inscriptos –en las provincias de Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos–, que totalizan 89 mil hectáreas y un rodeo de 17 mil novillos. “El proyecto es parte de una iniciativa internacional que se llama Alianza del Pastizal, que integra también el trabajo de ONG y organismos gubernamentales, como el INTA y la Administración de Parques Nacionales, y es financiado por el Fondo de Medio Ambiente Mundial –GEF, por sus siglas en inglés–, a través del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento del Banco Mundial”, señaló Marino.
Fuente INTA Informa