La Estación Cuarentenaria «Lazareto Capital» del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) trabaja desde hace más de 100 años en la defensa del estatus sanitario argentino, mediante el control de la salud de las especies animales que ingresan al país.
«La estación de cuarentena sirve para contener; es la última instancia, la última posibilidad que tenemos de evitar el ingreso de una enfermedad al país», afirmó Jorge Domínguez, jefe de la dependencia.
Fundado en 1912 ante la necesidad de garantizar la sanidad del ganado que ingresaba a la Argentina, en la actualidad realiza cuarentenas y diagnósticos a diversas especies animales para prevenir el ingreso de enfermedades.
A metros de la Reserva Ecológica Costanera Sur -en el barrio de Puerto Madero-, en un predio de cinco hectáreas, compuesto por un complejo de edificios históricos, se aíslan temporalmente especies provenientes de otros países para constatar su estado sanitario.
En la estación cuarentenaria se controla la condición sanitaria de equinos, porcinos, ovinos, caprinos y aves mascotas y ornamentales que llegan al país, mediante la observación y la realización de pruebas diagnósticas a los animales durante un período para impedir el ingreso de enfermedades a la Argentina.
«El diagnóstico a los animales importados constituye una herramienta fundamental para el resguardo de la sanidad de la producción ganadera y de las especies autóctonas», aseguraron desde el organismo.
Asimismo, agregaron, «contribuye a la preservación de la salud de la población, ya que previene el ingreso de ciertas enfermedades que pueden afectar a seres humanos, como la gripe aviar o la gripe porcina, entre otras».
Creada en un terreno cercano a la parte este del puerto de la ciudad, debido a que el transporte de ganado en pie se realizaba, principalmente, por vía marítima, durante décadas fue el principal centro de control sanitario de animales, por el que no sólo transitaban especies destinadas a la producción ganadera, sino también animales de circo y zoológico.
Si bien en la actualidad las normas internacionales de control sanitario prevén la existencia de sistemas de cuarentenas privadas, continúa siendo referente en la evaluación diagnóstica, ya que coordina la operativa de importación.
El predio recibe anualmente entre 600 y 700 caballos y alrededor de mil cerdos, los cuales son utilizados para el mejoramiento de la calidad genética porcina; hasta 2012 fue el único centro habilitado para la importación de cerdos; además, cuenta con dos unidades para la cuarentena de aves mascotas o aves ornamentales.
«Una es una unidad de aislamiento transportable y autocontenido de alta bioseguridad de la empresa Temaikén, construido por la misma con el asesoramiento técnico de profesionales del Organismo y la otra es la unidad de aislamiento propia del Senasa, donde fundamentalmente recibimos aves mascota», detalló Domínguez.