El Papa logró reunir a los presidente de Israel y Palestina en una ceremonia interreligiosa en los jardines del Vaticano e instó a «tomar el camino del diálogo y de la paz».
El papa Francisco logró reunir a los presidente de Israel y Palestina, Shimon Peres y Mahmoud Abbas, respectivamente, en un histórico encuentro celebrado en los jardines del Vaticano, para compartir una «oración por la paz» en Medio Oriente.
La ceremonia interreligiosa, que incluyó personalidades de las tres religiones -judía, católica y musulmana- y la presencia del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, se produjo después de que el Papa, durante reciente su viaje a Tierra Santa, invitara a ambos mandatarios a su «casa» a rezar por la paz.
Antes de la ceremonia, Francisco recibió a cada uno de los presidentes de forma separada y conversó con ellos frente a las cámaras de televisión.
Más tarde, durante la jornada de oración, en la que el papa Francisco estuvo sentado entre los presidentes palestino e israelí, judíos, cristianos y musulmanes dieron las gracias por la Creación, pidieron perdón por los pecados y, sobre todo, invocaron la paz, según informó la agencia de noticias EFE.
Salmos, lecturas de la Biblia, una oración del rabino Nahman de Breslau, el «Mea Culpa» que pronunció en 2000 san Juan Pablo II, un escrito de San Francisco de Asís y textos inspirados en el Corán, junto con piezas musicales crearon una atmósfera íntima para esta ceremonia histórica.
Una vez que las oraciones terminaron, los tres líderes tomaron el micrófono.
Francisco se dirigió a los mandatarios para recordarles que «los hijos están cansados y agotados por los conflictos y con ganas de llegar a los albores de la paz».
«Les piden derribar los muros de la enemistad y tomar el camino del diálogo y de la paz para que triunfen el amor y la amistad», agregó el Pontífice.
En su discurso, pronunciado en italiano, recordó cómo muchos de esos hijos «cayeron víctimas inocentes de la guerra y de la violencia, plantas arrancadas en plena floración».
Y pidió que «su memoria» dé las fuerzas para «perseverar en el diálogo a toda costa, la paciencia para tejer día tras día el entramado cada vez más robusto de una convivencia respetuosa y pacífica».
La referencia del Papa llegó semanas después de una nueva ruptura del diálogo entre los gobiernos israelí y palestino, y de un aumento de la tensión entre los dos.
El segundo en tomar el micrófono fue el presidente israelí y evitó cualquier referencia directa al contexto político actual.
«La paz no se consigue fácilmente. Debemos luchar con todas nuestras fuerzas para llegar a ella. Para conseguirla pronto, incluso si para ello se requieren sacrificios o compromisos», aseguró Peres.
El mandatario y premio Nobel de la Paz recordó «las lágrimas de las madres por sus hijos» y pidió «poner fin a los gritos, la violencia, los conflictos. Todos necesitamos la paz. La paz entre iguales».
Peres destacó «la sinceridad» del papa Francisco, «su modestia y su bondad», y definió al Pontífice como «un constructor de puentes de fraternidad y de paz».
El último en tomar la palabra fue el líder palestino, quien dio el discurso más político de todos y calificó de «valiente» la invitación de Francisco.
Mientras el mandatario compartió el llamado a la paz de los que lo precedieron en el micrófono, agregó que los palestinos quieren una «paz justa, una vida digna y libertad».
«Le pido a Dios que haga próspero y prometedor el futuro de nuestra gente, así como libertad en nuestro estado soberano e independiente», agregó Abbas.
Los tres territorios que según la ONU deben conformar el futuro Estado palestino son Cisjordania, bajo ocupación militar israelí desde hace 47 años, la Franja de Gaza, bloqueada completamente desde 2006, y Jerusalén este, anexado unilateralmente por Israel en 1981.
Mirando al papa, Abbas deseó que «Palestina, y Jerusalén en particular, sean una tierra segura para todos los creyentes, y un lugar de oración y veneración para los seguidores de las tres religiones monoteístas».
Una vez que el mandatario palestino dejó el micrófono, los tres líderes y el patriarca de Constantinopla se saludaron estrechándose las manos, con besos y abrazos.
El gesto final que coronó el histórico encuentro lo aportó un árbol de olivo.
Francisco, Peres, Abbas y Bartolomé rodearon un pozo especialmente preparado en los jardines del Vaticano y plantaron, cada uno con una pala, un olivo, tradicional símbolo de la paz y de la vida en la árida Tierra Santa.
Fuente Agencia Télam