En autos particulares, taxis, ómnibus, micros contratados, casas rodantes, motos pero principalmente en subte, el medio de transporte más ágil de Río de Janeiro, llegaron los hinchas argentinos al Maracaná para presenciar el debut del seleccionado ante Bosnia en el Mundial Brasil 2014. Luego de haber copado las playas de Río de Janeiro para hacer un banderazo en apoyo a la Selección, el estadio se colmó de camisetas argentinas.
En el hall de la estación Cardeal Arcoverde, de la Línea 1 del Metro, se concentraron centenares de hinchas para comprar el viaje en ventanilla a un precio equivalente a 12 pesos argentinos. Ya en los trenes, el público «albiceleste» copó los vagones como sucede en las líneas argentinas durante las horas pico de días hábiles.
Cantos, golpes en los techos, sin generar daños, filmaciones y fotos fueron una constante del trayecto, que duró media hora tras recorrer tres estaciones y realizar una combinación con la Línea 2 en la estación Central. El audio del tren anunció con un relato de gol en portugués el arribo a la parada «Maracaná», lo que provocó el estadillo de los pasajeros.
Los hinchas se sorprendieron al verla ambientada de modo futbolero, con ploteo de césped y tribunas, y mucho más cuando divisaron a 300 metros el imponente monumento del fútbol mundial.
Cuatro horas antes del inicio del partido, los simpatizantes argentino ya cubrían los playones externos y habían tapizado con banderas las rejas del perímetro.
Entre saludos, fotos, músicas, cervezas y fernet con cola esperaron la apertura de la cancha, a las 16, para entregarse a la movilizante experiencia de vivir el Mundial.
La Selección Argentina ganó en el debut y el estadio inundado de celeste y blanco fue una verdadera fiesta. Entre miles de anónimos se pudieron divisar hinchas de la zona y entre tantos una especial bandera y camisetas de Argentino de Franck que dijeron presentes a cita máxima del fútbol mundial.
Fuente Prensa LEF