Tras cumplimentarse los requisitos demandados por la Unión Europea, la Argentina espera la aprobación final para participar de la «Cuota 481». El Ministerio de Agricultura aseguró que es un negocio de altísimo valor para carne de feedlot que no compite con el mercado interno.
La cartera agropecuaria informó que luego de cinco años de gestiones, nuestro país está a un paso de acceder al cupo europeo para carne de alta calidad engordada en feedlots. La “Cuota 481”, como se la denomina, abre una nueva oportunidad de mercado de alto valor para la ganadería argentina.
Tras la reciente publicación en el Boletín Oficial de la resolución conjunta entre los ministerios de Agricultura y de Economía será enviado a la Comisión Europea el protocolo para aplicar a la Cuota 481 de carne de alta calidad engordada a corral. Este trámite, que contempla los ajustes requeridos por la Comisión, es la antesala para la aprobación definitiva del país como proveedor de esta carne, que se espera se concrete en aproximadamente un mes.
Según el secretario de Agricultura de la Nación, Gabriel Delgado, “por tratarse de un negocio de bajo volumen pero de altísimo valor, este nuevo mercado no va a impactar en el consumo de los argentinos. Por el contrario, todo lo que sobre de las reses, que no se exporte, en realidad aumentará el volumen en el mercado interno”.
“Desde el punto de vista económico, la Cuota 481 es una excelente oportunidad para la Argentina. Se trata de una cuota que, a diferencia de la Hilton, no posee arancel, por lo que permite ingresar a la Unión Europea con carne de un alto precio, de un 20 por ciento por encima del valor de la Hilton, que hoy ronda los 16.000 dólares la tonelada aproximadamente”, expresó el subsecretario de Ganadería, Jorge Dillon.
A diferencia de la Cuota Hilton, la 481 no es asignada en porciones a cada una de las naciones participantes, sino se trata de una cuota general por la que compiten los países habilitados. El volumen es de 48.200 toneladas distribuidas en cuatro trimestres de 12.050 toneladas cada uno, de junio a julio, siguiendo el calendario agrícola.
También a diferencia a la Hilton, esta Cuota no tiene limitaciones de cortes. “Para la Argentina es una oportunidad interesante, porque se trata de un producto distinto. Con esta cuota, la Argentina no pierde el negocio a pasto que implica la Hilton sino que lo amplía a otro tipo de producto que está en condiciones de lograr”, apuntó Consolación Otaño, directora de Transformación y Comercialización de Productos Pecuarios dependiente de la Secretaría de Agricultura de la Nación.
Desde su creación, la cuota viene siendo subutilizada. En el último período, el saldo sin cubrir fue de unas 6.000 toneladas. El resto fue aportado en un 50 por ciento por Estados Unidos, y luego Uruguay, Australia y en menor medida Canadá y Nueva Zelanda.
La administración de la cuota se realiza mediante el procedimiento de “primero llegado primero servido”, que autoriza los ingresos al mercado a medida que llega la mercadería al puerto comunitario.
“Pensamos que durante el año 2015, y por trimestre, podríamos tener un acceso de entre 1.000 y 2.000 toneladas. Para crecer habrá que ser muy precisos en la colocación y entrar en primer lugar, antes de que se agote el cupo de cada trimestre, de modo de evitar costos por demoras en el ingreso”, explicó Dillon.
Para Delgado, “esta cuota implica una gran oportunidad para el país en la medida en que podamos desarrollar un verdadero trabajo en equipo entre producción, industria y Estado. Por tratarse de un negocio donde es necesario competir, no sólo debemos garantizar calidad sino también servicio, y esto es proveer a la Unión Europea en tiempo y forma”.
El plan consensuado en la Argentina propone integrar inicialmente la cuota con alrededor de 8 cortes, que implicaría dejar en el mercado interno un importante volumen de carne proveniente de la producción de estos animales, que rondan los 440 – 480 kilos a faena.
Entre los requisitos exigidos por la Unión Europea para la importación de esta carne, se destaca que deberá proceder de al menos 100 días de engorde a corral con raciones nutricionales que garanticen la calidad del producto. Los cortes procederán de novillos de menos de 30 meses que, en los 100 días previos a la faena, como mínimo, únicamente hayan sido alimentados con raciones constituidas por no menos del 62 por ciento de concentrados o coproductos de cereales piensos, sobre la materia seca, y cuyo contenido de energía metabolizable sea igual o superior a 12,26 megajulios por kilogramo de materia seca.
Además, los animales alimentados con estas raciones deberán recibir diariamente un promedio de materia seca, expresado en porcentaje del peso vivo, igual o superior al 1,4 por ciento.
“Los feedlots argentinos están en condiciones de producir este tipo de carne sin problema. Lo cierto es que implica mayores costos. Son animales más grandes con un tipo de alimentación más estricta que lo habitual que hoy no se producen por no tener demanda en el mercado argentino. Pero, pese al costo, se trata de un negocio importante para los establecimientos habilitados para la exportación a la Unión Europea que decidan participar de la Cuota 481”, concluyó Dillon.