Con una producción nacional de más de 55 millones de toneladas, en la región núcleo-sojera la oleaginosa superó el rinde promedio de los últimos cinco años. Reducción significativa de la proteína, el aceite y el Profat.
Con 20,2 millones de hectáreas sembradas, la campaña actual se estima en 55,7 millones de toneladas, un 15% más que el ciclo anterior. Las buenas condiciones ambientales en llenado de grano favorecieron el rendimiento, por lo que en varias zonas los rindes en soja de segunda fueron semejantes a los de primera.
Martha Cuniberti, responsable del Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas del INTA Marcos Juárez –Córdoba– aseguró que esta “fue una campaña muy compleja que se caracterizó por olas de calor, malezas resistentes, ataques severos de bolillera, excesos hídricos, baja radiación y enfermedades de fin de ciclo”, y explicó que “se atenuaron porque descendieron las temperaturas y se realizaron controles químicos oportunos”.
Según el Informe de calidad de soja 2013-2014 presentado por el INTA Marcos Juárez, el rendimiento promedio nacional fue de 28,3 quintales por hectárea, 1,5 quintales por debajo de los 29,8 qq/ha registrados en 2006/07 –récord histórico mundial–.
En Córdoba los rendimientos parciales variaron de 20 a 50 qq/ha con un promedio de 30,4 qq/ha en la presente campaña, lo que representa una producción de 14.278.712 toneladas, un 25% más. En la región núcleo-sojera el rinde de la soja de primera superó al promedio de los últimos cinco años que fue de 32 qq/ha.
De acuerdo con Cuniberti, “el aspecto del grano se considera de bueno a muy bueno y el estado sanitario, en general, evidenció una baja incidencia de enfermedades de fin de ciclo y chinches. Las buenas condiciones ambientales en llenado de grano favorecieron al rendimiento pero no a la calidad”.
Calidad comercial e industrial
La última campaña sojera se caracterizó por presentar valores bajos de contenido de proteína, aceite y Profat –indicador de calidad que mide el contenido conjunto de proteína y materia grasa–.
“Se observó muy buen llenado y tamaño de granos, con buen peso hectolítrico y peso de 1.000 granos, baja presencia de granos dañados y verdes, lo que contribuyó a los altos rindes logrados en algunas regiones”, expresó la especialista del INTA.
En cuanto a la calidad industrial, el problema fue “el bajo contenido de proteína que alcanzó el 37,2% y junto con la campaña 2012/13 fueron los valores más bajos de los últimos 17 años”, explicó Cuniberti quién agregó que “el contenido de proteína promedio en soja de primera fue de 36,3% y en soja de segunda fue de 38,0%, semejante a la cosecha 2012/13”.
Cuniberti también señaló que “el contenido de aceite y el Profat fueron los más bajos de los últimos 17 años, 21,7% y 58,4% respectivamente”. El promedio histórico registrado en aceite es de 22,7% y de Profat es de 61,2%.
Fuente INTA Informa