En un contexto climático marcado por el exceso hídrico, los especialistas de INTA brindan recomendaciones de manejo, nutrición y sanidad animal para disminuir el impacto en la producción ganadera.
Las intensas lluvias registradas durante los últimos meses generaron distintos grados de afectación en campos argentinos, particularmente hacia el centro-este y el norte bonaerense, con zonas anegadas por el exceso hídrico. En este contexto, especialistas del INTA Cuenca del Salado –Buenos Aires– destacan la necesidad de que los productores realicen un monitoreo continuo del establecimiento en aspectos sanitarios y nutricionales como prácticas fundamentales para disminuir el impacto del exceso hídrico.
Para Juan Pablo Nemoz, técnico del INTA Azul –Buenos Aires–, resulta fundamental –a fin de disminuir el efecto del exceso hídrico– realizar un diagnóstico a tiempo sobre las características del relieve, suelo y de los rodeos. “Esto permitirá tomar las mejores decisiones y determinar las prácticas de manejo adecuadas”, aseguró.
En este sentido, recomendó realizar una evaluación general del establecimiento: observar el grado de anegamiento y daño de los potreros, detectar los lugares más altos dentro de los campos –que servirán como dormideros para la hacienda– e identificar lugares de refugios y para el parto de las vacas –debido al período de parición–.
En materia de transitabilidad de los potreros, Nemoz advirtió que en el caso de que estén totalmente anegados, se deberá prohibir el ingreso de los animales para evitar pérdidas. En aquellos en los que aún se puede pastorear, recomendó permitir su ingreso por períodos de cuatro o cinco horas para, luego, trasladarlos a potreros más altos.
“En estos espacios será importante el uso del alambrado eléctrico –de bajo costo relativo– para subdividirlos y conservar el recurso forrajero”, subrayó.
Asimismo, indicó realizar una priorización del rodeo: “Se deberán resguardar las categorías más exigentes y con mayor requerimiento energético como son las vacas y vaquillonas preñadas a punto de parir, novillos en terminación y las vaquillonas de recría”. Luego, los terneros de menor peso y recién destetados, que requieren menor cantidad de alimento y, por último, las vacas de descarte que en este momento del año tienen menores necesidades.
Nutrición y sanidad, datos a tener en cuenta
Sebastián Maresca, técnico del INTA Cuenca del Salado –Buenos Aires–, indicó que el rodeo de la zona se encuentra en una “situación regular con un 50% de los animales con un estado corporal inferior al óptimo”. En este sentido, advirtió que “si no se toman medidas al inicio del servicio, habrá una proporción del rodeo con bajo estado corporal y un consecuente bajo índice de preñez”.
Entre las estrategias de manejo recomendadas para evitar pérdidas, Maresca destacó “suplementar a los animales bajo servicio con concentrados energéticos, realizar un tratamiento de la lactancia con destetes temporarios durante 14 días (enlatados) –para permitirle al animal reiniciar su actividad sexual– y sumar tratamientos hormonales”.
En cuanto al aspecto sanitario, los especialistas destacan que “un diagnóstico a tiempo es determinante” y aconsejan extremar la aplicación del calendario sanitario básico a la rutina de los productores.
Asimismo, al estar los lotes inundados, podría aumentar la incidencia de enfermedades tales como la diarrea neonatal en los terneros. Además, la cantidad de días nublados y con los rebrotes tiernos, las vacas pueden sufrir hipomagnesemia, una enfermedad generada por el desbalance nutricional.
Para ambos casos, aconsejan consultar a un veterinario sumado al asesoramiento profesional y el intercambio de experiencias con otros productores, debido a que eso ayudará a planificación las principales tareas.
El clima que se viene
“Las lluvias ocurridas en lo que va del año exceden los valores normales en casi toda la provincia de Buenos Aires, en muchos casos –incluso– superaron los promedios anuales”. Así lo asegura un reciente informe del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar que además dice que existe una probabilidad “superior al 50% de ocurrencia de un fenómeno El Niño tardío”.
Asimismo, si bien las imágenes satelitales indican que hay, aproximadamente, entre 2,5 y 3 millones de hectáreas afectadas por anegamientos o inundaciones –a lo que se le debe sumar las áreas no aptas por falta de piso o sectores de lotes que quedan aislados– esta cifra disminuirá rápidamente en los próximos días por efecto del drenaje de las zonas más altas y debido al aumento en las temperaturas medias esperadas en esta época del año.
“En lo que respecta al resto de año –continúa el informe– las lluvias serán normales y superiores a lo normal sobre el Este del país y se acortarían –en estos meses– los días consecutivos sin lluvia”. En lo que respecta a los próximos días, el informe prevé otro evento de lluvias localizado sobre el Este y el Litoral y, probablemente, de leve a moderada intensidad sobre el área del Salado. El resto de los días prevalecerá con buen tiempo.
Fuente INTA Informa