Unas 105 mil botellas para su posterior reciclado y 9 mil paquetes de pañales descartables, que serán destinados a los distintos Centros de Primera Infancia de la Capital Federal, se reunieron ayer en el marco del recital gratuito que Ricky Martin ofreció en el Parque de la Ciudad, y que aglutinó a 80 mil personas.
El recital, que estaba pautado para las 18, comenzó a las 19.40 con «Come with me». Con zapatillas deportivas blancas y vestido con un traje gris plateado, muy formal, Martín salio a escena rodeado de sus seis bailarines, le sigue «Shake your bom bom» y cerró el primer bloque con «Adrenalina» canción que comparte con Wisin y Jennifer López.
Entre tema y tema se fue sacando la ropa, primero el saco, quedando con una especie de camperita con cierre y sin mangas y terminó con una remera negra.
El escenario era mucho mas modesto que en sus anteriores recitales, contaba con un sola pasarela, pero con tres pantallas gigantes y un juego de luces notable, que fue marcando y repartiendo los tres bloques en los que el portorriqueño dividió su concierto.
La primera balada de la noche fue «Vuelve», aunque antes de eso se paró frente al micrófono, solo, con las luces bajas, casi sin que se vean los músicos, en medio del escenario y agradeció al público por su presencia, por aguantarse el sol toda la tarde; dijo que no podía hacer otra cosa más que dejar su alma en el show.
Las pantallas fueron una parte fundamental del show, ya que marcaban el ritmo y anticipaban lo que venia como cuando se mostró como Martín se subía a un viejo automóvil y comenzaba a jugar con la radio.
En un momento se detuvo en el dial de una radio que pasaba los primeros acordes de «Living la vida loca», mientras el cantante apareció en medio de la plataforma, con otra remera y el mismo pantalón, subido a ese auto, con sus bailarines y listo para hacer delirar a sus fans.
Le siguió un tema viejo que muy pocas veces interpretó, «Revolución» de su tercer disco «A medio Vivir», quizás por esos motivos mucha gente no sabia la letra, pero no dejaron de bailar ni de saltar.
Para «It´s all right» («Déjate llevar» para el publico latinoamericano) se subió solo a una plataforma altísima con una remera negra y larga que tenia estampada la leyenda «I´m the king» de la cintura para abajo; mientras lo acompañaban sus guitarristas.
El primer bloque del lo cerro con un clásico de su primer disco, con su primer hit solista, «Dime que me quieres», y esa fue una característica del concierto, ya que Martin toco varios temas de sus primer álbumes, algunos de los cuales llevaba muchos años sin tocar.
Utilizo «Somos la semilla» para hablar, a través de las pantallas, del trabajo que hace su Fundación, de hablar en contra de la explotación y trafico infantil y para dar un mensaje de paz y buenas energías. Esta es la única vez que hace mención a su trabajo humanitario, a pesar que fue el motivo de su visita a la Argentina.
Esto dio comienzo a un bloque lento, que lo mostraron vestido de gris y las pantallas utilizando el blanco y negro y a veces los colores, mientras que Martin cantaba «Gracias por pensar en mí» (La Via Láctea), un exquisito cover de una canción de Renato Russo, el fallecido líder de los brasileños Legiao Urbana.
Cuando las cuerdas tomaron la iniciativa de esta melodía, Martin le pregunto al publico si querían más, la gente aulló festiva, y el portorriqueño le entrego un segmento a puras baladas.
Así pasaron hits radiales como «Tal Vez», «Tu Recuerdo», «Te extraño, te olvido y te amo», «Y todo queda en nada/ Fuego de noche, nieve de día» y «Volverás»; un bloque hecho para hacer lucir su voz, en donde la banda lo acompañó pero jamás lo tapo.
Ricky Martin sabe que las mujeres lo adoran, provoca tiene muy claro que su publico femenino muere por esos temas y sonriendo deja que lo canten a los gritos, aunque lo deformen, aunque no sigan la melodía que él le impone, mas lenta que en los discos.
Dejó a sus músicos tocando para ir a cambiarse una vez más y vuelve de amarillo, junto a sus bailarines para interpretar su música, la de Puerto Rico y lo muestra en las pantallas, los colores y la bandera de su país lo acompañan.
«Vida» (la del Mundial Brasil 2014), «Lola Lola», «María», «La Bomba» formaron parte del segmento más festivo y bailable, con Martin y sus curvilíneas bailarinas moviéndose a lo largo de todo el escenario, para dejar satisfechos a mujeres y a hombres.
Freno un segundo para preguntar «cuanta gente esta ahí», por primera vez y le gusta que sean tantos, comentó que este es un recital distinto a los anteriores y le pidió al publico que se una a un juego que hace siempre; al ritmo de «Por arriba, por abajo» divide al publico y los hace competir «sanamente» a ver quien baila y grita mas.
Luego suenan «Pégate» y «La Copa de la Vida», mientras de la pasarela saltan papelitos brillantes, globos y pelotas. En el transcurso de ambas canciones Ricky pidió un aplauso para sus músicos, para aquellos que están detrás del escenario y para los técnicos y sonidistas argentinos que hicieron posible el show.
Se va unos minutos, pero vuelve con toda la banda para cerrar con la balada «A Medio Vivir»y cerrar una noche de fiesta, a todo ritmo y romance, donde Martin confirmo su poder de convocatoria y la pasión que lo une con la Argentina desde chico cuando vivió un par de años en Buenos Aires mientras filmaba una novela con Menudo.
Fuente Agencia Télam