Con buenos rindes y óptimo comportamiento sanitario, el INTA Paraná –Entre Ríos– presentó las variedades Aguará INTA y Caburé INTA, ambas de tipo oleaginoso. Estarán disponibles en esta campaña.
Por su bajo costo de producción y su versatilidad para suplantar al trigo en el doble cultivo con la soja, el lino surge como una alternativa de invierno muy interesante para diferentes zonas agrícolas. En esta línea, el INTA Paraná desarrolló dos nuevos cultivares del tipo oleaginoso que estarían disponibles en esta campaña.
Se trata de Aguará INTA y Caburé INTA. “Ambos cultivares de lino oleaginoso surgieron del cruzamiento entre genotipos locales y otros de origen canadiense”, explicó Héctor Milisich, técnico del grupo Genética, Mejoramiento y Biotecnología Vegetal del INTA Paraná.
Así, luego de más de 10 años de investigación, selección, multiplicación en condiciones de aislamiento y ensayos de rendimientos, los especialistas del INTA Paraná obtuvieron estos dos cultivares de buen rendimiento y sanidad e inscriptos en el INASE.
“Para la multiplicación y venta de la semilla de estos nuevos cultivares, el INTA firmó un convenio con la Cooperativa Agropecuaria La Paz Ltda.”, indicó Milisich.
Al detalle
La semilla de lino posee de un 30 a un 48% de aceite, que es utilizado para fines industriales en la fabricación de pinturas, y de un 20 a un 30% de proteína cruda.
Ambos cultivares de lino oleaginoso presentan buen rendimiento, 2.836 kilos por hectárea (kg/ha) para Caburé INTA y 2.395 kg/ha para Aguará INTA. El porcentaje de aceite para la primera variedad es de 46,64 mientras que en el segundo caso la cifra asciende a 48,58.
Caburé INTA posee flores medianas, azul violáceas y nervaduras violetas, con filamentos de los estambres incoloros, anteras azules, estilo coloreado en su parte basal, estigma violáceo y ubicado por debajo de las anteras.
La altura a madurez es mediana (67 cm) y sus cápsulas son esféricas, con semillas de color castaño y 6,9 gramos de peso de 1.000 semillas. Con una fecha de siembra de principios de junio, su ciclo tiene en promedio 116 días desde emergencia a floración plena y de 167 días desde emergencia a madurez de cosecha. Este cultivar es moderadamente resistente al marchitamiento producido por Fusarium lini.
Por su parte, Aguará INTA, a diferencia de la otra variedad, tiene filamentos de los estambres levemente coloreados, estigma levemente violáceo y ubicado al mismo nivel que las anteras.
Sus cápsulas, esféricas y glabras, son parcialmente dehiscentes, con semillas de color castaño y 6,0 g de peso de 1.000 semillas. La altura a madurez es mediana (69 centímetros).
Su ciclo es, en promedio, de 112 días –desde emergencia a floración plena– y de 163 días –desde madurez a cosecha–. En su comportamiento sanitario, al igual que Caburé INTA, la variedad es moderadamente resistente al marchitamiento.
Fuente INTA Informa