El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó a los productores que esta enfermedad parasitaria es una de las principales causas de aborto en los rodeos bovinos y está asociada a la intensificación en los tambos y al confinamiento de las vacas lecheras.
Se estima que el 25% de los abortos no diagnosticados se deben a la neosporidiosis, producida por el protozoo Neospora Caninum (NC), con diferentes porcentajes de incidencia según las zonas o cuencas lecheras.
La transmisión de esta enfermedad al ganado bovino se produce principalmente a través de los perros y zorros (transmisión horizontal), quienes a su vez se infectan por el consumo de carne contaminada y luego diseminan los parásitos con la materia fecal.
Las vacas se contagian al consumir pastos, alimentos sólidos o agua contaminada con parásitos, y no presentan síntomas hasta estar preñadas, momento en el cual transmiten la enfermedad a su cría (transmisión vertical). La transmisión entre vacas ocurre muy eventualmente (de 3% al 8%).
El principal síntoma en la vaca es el aborto, que puede ocurrir a partir del tercer mes de gestación, y más frecuentemente entre el quinto y séptimo mes, aunque también se observan muertes en los recién nacidos. Por el momento, no existen vacunas comerciales disponibles para prevenir la neosporidiosis o los abortos producidos por esta enfermedad.
Para evitar la introducción de la infección en rodeos libres, se debe hacer un control exhaustivo de la reposición de animales, a través de pruebas serológicas, asegurando la incorporación de animales sanos. Del mismo modo deben eliminarse del rodeo las vacas seropositivas y abortadas en forma inmediata y definitiva.
Para el control de la enfermedad en los tambos, resulta imprescindible realizar un muestreo serológico periódico del rodeo bovino y vigilar la población de perros para evitar la transmisión horizontal.
Recuerde que el manejo preventivo, el control de los animales que ingresan y la eliminación de aquellos que resultaran positivos a la enfermedad, junto con la exclusión de los perros en los tambos, constituyen las medidas más apropiadas para prevenir la neosporidiosis en los rodeos.
Fuente Sala de Prensa – Presidencia de la Nación