El cantante estadounidense Romeo Santos, hizo anoche levantar al público de los asientos del estadio de River Plate, donde se reunieron unas 50 mil personas para bailar con el «Rey de la Bachata», para disfrutar de un recital que empezó con casi una hora y media de retraso.
El neoyorquino fue recibido con aplausos y gritos por el público con gran mayoría femenina, que devolvió el gesto con mucho carisma e interacción desde arriba del escenario.
Luego de un retraso de más de una hora, las luces se apagaron a las 22.23 (el recital estaba anunciado para las 21:00) para dar comienzo a imágenes de un castillo levantándose en las cuatro pantallas traseras, que mostraban el palacio de «El rey» haciendo un recorrido por cuadros con imágenes de Santos.
Luego el ex cantante de «Aventura» apareció desde abajo del escenario entre humos, luciendo anteojos oscuros, mientras un ensordecedor griterío le daba la bienvenida para comenzar con «Inocente».
Con un saco gris, pantalón blanco se presentó el intérprete, que comenzó a mostrar sus dotes con el baile, acompañado por los cantos del público en «Amigo», mientras los juegos de luces luchaban contra los flashes de las cámaras y sonaba «Por un segundo».
En ese momento Santos lanzó sus primeras palabras «¡Cómo se siente la energía de Argentina!». «Vamos a cantar todos esta canción okey», dando el pie a «Loco», el tema que tiene con Enrique Iglesias.
El artista no dejaba de interactuar con las admiradoras, diciéndoles «Me las llevaría a todas conmigo», poniéndolas eufóricas y haciéndolas bailar con «Mi corazoncito», con algunos tintes de reggae y siguiendo «Cancionsitas de amor», paseándose por todo el escenario mientras pedía «cantocos» de las tribunas laterales.
Luego interactuó con su guitarrista, a quien detuvo con excusa de que el siguiente tema tenía que atrapar a las fans, haciendo alusión a la larga gira que tuvieron «Hemos estado sin para’, pero tú ¿sabes dónde estamos?» a lo que respondió «En Bueno Aires».
Siguiendo así con «Su veneno», «Promise», se detuvo a reflexionar sobre los engaños y quiénes eran los responsables de las infidelidades para luego interrogar al público: «¿Quiénes son los infieles los hombres o
las mujeres?».
El público respondió a la pregunta, pero Santos trató de calmar la discusión representándolo como «Cuando una mujer abre su jardín, no lo hace a cualquiera, lo hace por sentimientos y por amor», y comenzó la tan esperada «Infieles».
Siguiendo con el tema hizo «luchar» a las tribunas por ver cuál era la que más fuerte cantaba.
Así demostró su cercanía y calidez, continuando con la pelea entre hombres y mujeres, aunque la platea femenina estaba destinada a perder la puja.
El neoyorquino pidió tambores para interpretar uno de sus más aplaudidos y bailados hits «Noche de sexo», para pegar un combo de canciones que incluyeron «Soberbio», «Siete dias», «La diabla», «Tu jueguito», «Llevame contigo» y «Un beso».
Luego de subir a una fan al escenario con la cual intercambio roces y juegos de miradas, siguió enamorando a su público con «Necio», «El malo» y «Pimpinela», que sonaron haciendo delirar a la platea femenina que acompañaba impecablemente los cánticos de su ídolo.
Ni con sus palabras dejaba descansar a la multitud el hiperactivo cantante que de un lado a otro del escenario interpretó «Mi santa», «Odio» y «Eres mía», muy ovacionadas por la gente.
Haciendo baches y preludios entre canciones, Santos se tomaba un descanso para compartir historias y explicaciones sobre el significado de cada tema.
En el cierre de una verdadera cita de amor entre el cantante y su fervoroso público llegó «Si yo muero», «Todavía me amas» y también «Amor de madre».
Fuente Agencia Télam