Una mujer de 34 años, empleada de una agencia de seguridad privada, acusó a su supervisor de intentar abusarla y luego amenazarla para que no contara lo ocurrido. La denuncia está radicada en la Comisaría de la Mujer, Fiscalía y el Ministerio de Seguridad.
Un ex comisario que hasta hace dos semanas se desempeñaba como supervisor de una agencia de seguridad privada de esta ciudad afronta una denuncia por acoso sexual, por un hecho ocurrido el 30 de abril último, en la playa de estacionamiento de una empresa a la que prestaba custodia.
La denunciante es una mujer de 34 años, que trabajaba para la misma empresa en condición de subalterna y que actualmente se encuentra de licencia por prescripción médica.
La primera presentación fue la de la propia víctima, el 1º de mayo ante el Centro de Orientación a la Víctima de Violencia Familiar y Sexual, más conocida como Comisaría de la Mujer. Luego, y con el patrocinio del abogado Hugo Benuzzi, la mujer elevó dos notas: una dirigida al Ministerio de Seguridad de la provincia, responsable de la Dirección Provincial de Autorizaciones, Registro y Control de Agencias Privadas de Vigilancia; y otra ante el Ministerio Público de la Acusación, con intervención del fiscal Sergio Alvira.
Estas últimas datan del 15 de mayo, no obstante la mujer no ha tenido ningún tipo de acercamiento ni ofrecimiento de ayuda por parte de los organismos del Estado.
Violencia y amenazas
“Soy empleada de la empresa desde hace ya casi nueve años” expresó Marina C. que el 30 de abril le tocó vivir una dura experiencia. “Me encontraba prestando servicios como vigilador” en una playa comercial de San Martín al 3500 cuando “aproximadamente las 15.15 recibo un llamado telefónico por parte de un supervisor, que me manifestó que iría por cuestiones laborales hasta el lugar y que pretendía cuando llegara que le diera “un pico” y demás cuestiones denigrantes e irreproducibles”, dice la denuncia.
“Pretendía que lo besara, a la fuerza, tomándola de la cabeza con sus dos manos, momentos estos en que comenzaron a forcejear”, relató el Dr. Benuzzi en la denuncia penal.
Entre los atropellos sufridos por la joven mujer, su superior “le mordió los labios, la manoseaba y ya cansado por la fuerte resistencia, comenzó durante casi 20 minutos a decirle numerosas bestialidades como ‘mira cómo quedaste’, ‘quedaste seria’, ‘mira el culo que tenés’, ‘estás más flaca’, ‘dale, si te gustó cerrá el portón y vamos a darle acá’, para finalmente amenazarla para que no dijera nada de lo ocurrido ni a su padre, a quien conocía de la policía, ni a las autoridades de la agencia”.
“Entiendo que este comportamiento es reiterado y no soy la única que tuvo que soportar estas situaciones tan desagradables e indignantes, no sólo dentro de la agencia sino además en otros ámbitos donde éste se desenvuelve”, sostuvo Marina que desde aquel día no ha vuelto a trabajar. “Me encuentro absolutamente angustiada y aterrorizada, sin poder pensar en otra cosa más que en lo ocurrido y con temor a sus represalias y a que a otra persona le toque atravesar idéntica situación”, puntualizó.
“Hacerlo público”
“La mejor manera de que esto se termine es hacerlo público, para que le suelten la mano porque todo lo que hago me lo traba”, expresó Marina C. acerca de la denuncia presentada contra un comisario retirado, que hasta hace pocos días se desempeñaba como supervisor en una agencia de seguridad.
“Desde que pasó esto primero me dieron unos días, después me pidieron que me reincorpore, pero no estoy en condiciones de volver. ¿Quién me asegura que llegue bien al trabajo o a mi casa a la salida?” se preguntó la mujer que conoce a la perfección los riesgos de haber accionado legalmente contra un ex comisario con poder de influencia en distintos ámbitos de la administración.
Aunque presenta un legajo impecable, “es muy conocido por estas cuestiones en el ámbito policial”, denunció la chica, que pidió a sus compañeras y a aquellas mujeres que hayan sufrido un acto similar para que se sumen y lo denuncien.
Fuente El Litoral