En Santo Tomé dos pibes de 15 años roban y abusan de una mujer (madre) en su casa y frente a sus hijos. En Santa Fe el panadero y las chicas que atienden sufren el asalto a mano armada número 30. En Recreo hay otra muerte joven por violencia y en Rafaela los arrebatos a mujeres en pleno centro están a la orden del día. La diferencia es la policía.
La Justicia. No. «La diferencia es la gente» dice el policía en la charla – café de por medio- con cronista de El Colono del Oeste.
«Los llamados al 911 tienen una tedencia en alza y eso es proporcional a la baja del número de delitos» observa el policía.
La seguridad tiene la base primordial en el sistema que incluye la tecnología, el personal capacitado y fundamentalmente los vecinos. Si el vecino no avisa, se pueden tener todas las cámaras, fibra óptica, teléfonos y personal del 911 capacitado, que la prevención fracasa porque la policía se entera siempre tarde.
Es verdad un hecho que es tradición. El policía de Las Colonias, no sólo en Esperanza, es material humano hecho para policía. En un enorme porcentaje trabaja de policía las 24 horas. Está comprometido con la comunidad. Y eso es un valor que no se puede perder. Es necesario que la comunidad lo sepa. Y es fácil econtrar buenos ejemplos, como los del oficial «Piti» Stessens, falleicod en un accidente casero hace escaso tiempo.
Incluso, antes de las elecciones últimas se habló de traer personal de Gendarmería para actuar en «barrios conflictivos» de Esperanza. Eso cayó muy mal en no pocos policías. No hay barrios de tal naturaleza en la ciudad. Y lejos está Esperanza de necesitar la Gendarmería, como Rafaela o Santa Fe y sus localidades satélites.
Sin embargo el policía insiste: » La mecánica del llamado telefónico al 911 por parte de los vecinos en Esperanza es constante. Y se puede decir que cada cinco minutos hay un llamado. La gente colabora y la policía responde. Esto es un acto de comunión que debe darse para que la prevención sea efectiva».
También es cierto, que los móviles patrullan día y noche. El combustible de consumo es alto y allí aparece otra vez la sociedad esperancina como lo repite cada comunidad en el departamento Las Colonias. El aporte económico es indispensable por parte de los cooperadores. También en los aportes para solucionar los temas mecánicos de las unidades. Y en este punto hay que reconocer la conciencia y la acción de autoridades comunales, municipales y departamental, que ayudan a las soluciones.
«Llevamos tres semanas sin golpes. No sabe lo que significa para nosotros. Esto le hace mucho bien al espíritu del policía porque significa que el delincuente sabe que acá se arriesga y que lo va a pensar dos veces antes de cometer delitos importantes en Las Colonias» reflexiona «y que el esfuerzo que le ponemos al laburo tiene su recompensa» agrega.
«La prevención es la base de una sociedad segura. El policía en la calle chequea caras extrañas, rodados, actúa ante comportamientos sospechosos, pero el llamado telefónico, la advertencia a tiempo en el mismo momento en que pueden suceder los hechos delictivos o los problemas, es una conducta que no se enseña ni se aprende, es la cultura de la gente de Esperanza y de Las Colonias que se compromete y llama. Esa es la diferencia con el resto de la geografía que nos rodea y ojalá no se pierda nunca» dice el oficial mientras toma un sorbo de café caliente en la fría noche de lunes en Esperanza.
La ciudad descansa
Afuera, en la calle de este invierno crudo, los móviles del Comando, la Comisaría Primera, la Agrupación de Unidades Especiales, la Infantería, el resto de las subcomisarías y hasta policías en autos particulares patrullan y vigilan, mientras el 911 está atento al llamado del vecino.
Fuente Daniel Frank – El Colono del Oeste