La leche entre valores sostenidos y nuevas bajas se acerca a un cambio de Gobierno con plena agonía. Nunca imaginó el sector lechero que llegar al mes de diciembre podía ser tan complejo como en este año 2015. La cosa comenzó muy torcida en enero, con una idea de bajar los precios en aquel verano, que tras la gestión entre partes, pero sobre todo las amenazas comerciales del Gobierno, se pudo revertir.
Pero ese oxígeno artificial, porque los precios ya no alcanzaban en ese momento, llegaron para agobiar a los productores con más énfasis en junio, cuando las bajas comenzaron a ser contundentes y llegan hoy a bajar el promedio a los 2,30.
La semana anterior que la intención de las industrias era la de sostener en los pagos que se hacen en noviembre, los mismo números que se conocieron en octubre. Algunos resistieron la idea de empezar a pagar “mejor” y otros siguieron en la senda del deterioro del valor.
Sin embargo, con la baja de más de cien dólares en la cotización internacional de la leche en polvo entera; y el deterioro generalizado para los lácteos, llegaron para modificar las ideas y ajustar donde se hace siempre.
Las primeras liquidaciones de la materia prima de octubre que se pagarán en próximos días y en el caso de SanCor, con un corrimiento de más de una semana en los plazos habituales, tienen cifras dispares. De acuerdo a lo relevado es Saputo el que sostiene las cifras, también SanCor sigue marcando una línea de intentar sostener los valores, sobre la base del pago por calidad, donde los sólidos no se modificaron en valor, pero al tener menor concentración en la leche entregada, por efecto primaveral lógico, quizá a algunos les resulte en un primer golpe de vista depreciada por si misma a la liquidación, pero es por efecto de una producción más líquida que en otros momentos del año. La Cooperativa ajustó en baja 2,2 por ciento el precio de los sólidos y con esto bajaron los precios también en promedio para la producción, con un piso de 3,06 pesos.
Pero las que bajaron fueron Williner por ejemplo, con menor valoración de componentes sólidos, e incluso otros casos con recortes de hasta diez centavos, llevando en el caso de Verónica a los precios debajo de los 2,30 pesos por litro, camino que con las próximas horas recorrerán las Pymes.
El desmanejo de esta crisis, que si bien tiene raíces globales, la influencia nacional es absoluta. Entre industriales y productores no hay contacto directo, no hay gestión del conflicto y el Estado supo hacer su mejor trabajo, el de derivar la atención y de no hacerse cargo de la mediación del caso.
Afortunadamente se escribió en este Diario que aquella mesa técnica para debatir el precio de la leche no iba a dar resultado. Lo bueno fue dejarlo explicitado previamente a que se vaya debilitando la buena voluntad de las partes.
Más que para promover el inicio del bloqueo de plantas, siempre para resguardar sus últimos meses en el Ministerio de Agricultura, el funcionario a cargo del área jamás se hizo cargo de las demandas sectoriales. En seis años de Subsecretaría de Lechería no hubo espacio para el encuentro entre partes, la gestión de definiciones positivas para el sector, e incluso, ni siquiera hubo activa participación en relación a los subsidios, que en esta segunda etapa hacen peligrar el pago de los valores para la leche de julio y ya se anuló por absoluto una entrega por agosto.
Pensar en funcionarios que van reiteradamente de visita a la casa de sus amigos a Morteros o Sunchales, pero que no pueden recorrer el resto de la cuenca lechera genera todas las sospechas posibles sobre la falta de interés en el sector, incluyendo en esta mirada también al responsable del Ministerio, que jamás pisó un tambo santafesino y mucho menos habló con quienes padecen el retroceso de los valores y el deterioro de su fuente de ingresos, mes tras mes.
El 11 de diciembre no va a cambiar el horizonte, para tamberos ni para otros productores, pero sí quizá se pueda pensar en una estrategia política más adecuada para no seguir afectando a la estructura social y laboral del interior del país.
La lechería no solo necesita la quita de retenciones en exportaciones, sino que también precisa empezar a debatir sobre la instauración de un precio sostén, o de valores mínimos para la actividad. Será tiempo con un nuevo presidente y renovados funcionarios, para retomar el debate sobre la generación de fondos anticíclicos y todo lo que planteó la industria y la producción en el inicio de esta crisis que aún no encuentran un final.
El martes
Mientras tanto, los industriales se preparan para una reunión de relevancia la semana entrante en Rafaela. Convocados por ATILRA, sobre todo para hablar sobre los aportes solidarios por empleado, la ciudad dará lugar a un debate que tiene relación con consecuencias de la política económica futura y los valores con los que debe contar cada empresa, que empezará 2016 precisando casi 50 mil pesos por mes y por cada persona empleada en el rubro lechero industrial.
Finalmente y tal como lo adelantara este Diario también el próximo 17, en un evento exclusivo se dejará inaugurado el tambo robotizado que la empresa De Laval instaló en el INTA Rafaela, para conocer de cerca el mayor adelanto en el rubro, con el ordeño voluntario, pensando así en una lechería grande, rentable y posible.
Fuente Elida Thiery – Diario Castellanos