Falleció en Esperanza a los 90 años el Maestro Alfonso Adam Erni .Partió en silencio, pero su notable influencia en la música popular argentina nos dejó una herencia perdurable a todos los esperancinos. Desde el escenario como en la vida, en las salas de ensayo y grabación, o junto con sus innumerables alumnos, el inolvidable Maestro transmitió su pasión por la música y por el acordeón a varias generaciones.

El acordeón aparece en la Argentina a fines del siglo XIX a través del flujo de inmigrantes de la Europa Central que llegaban en busca de nuevos horizontes. Ellos traían un instrumento portátil a fuelle con un sonido nostálgico y a la vez alegre, en cuyos sones recordaban a su patria lejana. Así, los polacos con sus valses y polcas, los italianos con sus canzonetas, cantaban y bailan al compás del noble instrumento que cubría todas las posibilidades melódicas, armónicas y que tiene -además- la facilidad de llevarlo consigo a todas partes.

De esta forma «la verdulera», «la cordiona» o «el acordeón» como lo conocemos actualmente, se adueñó del sentir popular en toda la extensión de nuestro vasto territorio. También llegaron los luthiers, fabricantes de acordeones hechos a mano; tal el caso de Giovanni Anconetani, que desde su Loreto natal llegó a la Argentina en el año 1882, para instalar su fábrica de acordeones que aún hoy funciona.

De esta legión de inmigrantes venidos a la Argentina, comenzaron a destacarse solistas de acordeón, dispuestos deleitar a ese público que gozaba de esas interpretaciones, ya que al ser -el acordeón- un instrumento multigenérico, se pueden interpretar con él todos los géneros musicales en sus más diversas expresiones.

En ese contexto nace Alfonso Adam Erni en Esperanza (Santa Fé) el 16 de marzo de 1925. Ya de muy joven sintió su vocación por la música y comenzó a estudiar con el recordado maestro Marcucci, continuando luego con Octavio Castellano.

En el año ’41 inicia su carrera como músico profesional actuando con los más destacados conjuntos de la región y la provincia como Los Esperancinos, Ricardo Klein, R. Grasso, la Característica Continental de Alcides Fertonani, Los Diablos Rojos de la ciudad de Córdoba y con el reconocido Feliciano Brunelli en la provincia mediterránea, así como en el Dúo de Acordeones “Erni – Varelli, por mencionar algunos.

En el ’46 constituye su propio conjunto musical actuando en los países hermanos de: Brasil, Uruguay, Paraguay, entre otros.

Durante más de cuarenta años se dedicó, además, a la enseñanza del acordeón, dando clases en las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y en la República Oriental del Uruguay, y junto con su amigo el gran maestro Alcides Fertonani, fue autor de los métodos más completos para dicho instrumento influenciando de manera determinante a varias generaciones y estilos musicales.
Con numerosas grabaciones en su haber -entre ellas siete volúmenes larga duración- y una variada participación en estudios y espectáculos con innumerables y prestigiosos artistas, en la actualidad aún, la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) registra la participación o autoría personal del Maestro Alfonso Erni en la composición de 138 partituras musicales, entre ellas la canción del inmigrante y la marcha de los jubilados.