De aquellos proyectos concretados en 2009 en lo que fue el Decreto Binner, se incluían iniciativas que lentamente fueron tomando forma y se podría decir que recién durante el año pasado y en el marco de la actual gestión de Gobierno provincial tienen rasgos de concreción.
El Plan Lechero Santafesino, promovido desde Carsfe y avalado por otras entidades, además de ser aceptado por la administración provincial, tiende a un ordenamiento sobre las normas establecidas, que no requiere de la economía santafesina para activarse.
Casi como si se mirara en un esquema lineal y consecutivo, se lo debe entender desde la definición de una leche de referencia, con los parámetros concretos de composición, que puedan derivar en la valuación de la materia prima a partir de esos parámetros, con lo cual se tienen instrumentos para dotar al mercado de reglas de juego, que permiten elaborar un cálculo de capacidad de pago, según las bandas de precio. Esto abre la puerta a comprender que la entrega de la materia prima a las industrias se puede entender como una consignación, donde con un acto de fe las empresas la reciben y deciden a mes cumplido su valor. Por eso se avanza también en una idea, cada semana más concreta de generación de una consignataria de leche, que utilice el esquema de contratos que ya dispone la Bolsa de Comercio de Rosario.
Con este cúmulo de ideas, el Ministerio de la Producción presentó el miércoles y por segundo mes consecutivo el cuadro de bandas de precios, el cálculo entre el precio de los productos en la puerta de las industrias y la capacidad de pago al productor que se desprende de la resta de los costos fijos, que son todos menos el del precio de la leche, que es el que siempre se mueve y para abajo. Es remarcable que las industrias lácteas conservan más allá de sus costos operativos, impositivos, de mano de obra, energía, flete, entre tantos otros, una renta del seis al ocho por ciento, pero no se da el cálculo directo de esa resta en cuanto a lo que termina recibiendo el productor.
Si bien ninguna empresa usa estos datos, cumple con esta premisa de cálculo genuino, el sistema de bandas de precios le sirve al productor para monitorear la actividad, para pretender mejoras en el sistema de venta de materia prima y al Estado le da la posibilidad de proponer herramientas de mejora, sabiendo que dentro de la cadena láctea está el dinero que se necesita para mejorar la rentabilidad de todos los eslabones, en especial de los productores.
Para entender el cuadro adjunto tomaremos el ejemplo de la leche entera fluida, en sachet, por un litro. El valor promedio relevado en Santa Fe a la salida de las industrias es de 9,09 pesos, con lo cual se hace la resta de los costos mencionada y se generaría una posibilidad de pago entre 5,43 y 4,96 pesos por litro al productor, en su máximo y mínimo de oscilación.
Claro está que las empresas hacen una cuenta especial, involucrando a todos los productos y cargando todos los riesgos en la cuenta, que hacen que el productor siempre reciba menos de lo posible; y más aún en tiempos críticos para el mercado nacional y global, como los que se transitan ahora.
Leche social
En el encuentro del miércoles en Rosario se hizo alusión a la mejora de las compras de leche social. Siendo Santa Fe la provincia que más polvo hace, se tiene que mejorar el valor del producto que compra el Estado santafesino, ajustarlo a la demanda actual y así también imponer negociación para mover el precio.
Cabe recordar que hace algunas semanas, Confederaciones Rurales Argentinas destacaba en un comunicado que en la actualidad el estado nacional compra un kilo de leche en polvo, en caja, a 66 pesos, mientras que el precio de planchada del mismo está en los 40 pesos y al consumo esa caja se vende a más de 80 pesos. El volumen y la demanda constante demuestran que existe una responsabilidad en la formación de precios desde los gobiernos, que no necesariamente deben solo otorgar subsidios, sino negociar desde esa posición con todos los actores de la cadena, para que no se cumpla en este caso con lo que un entendido del sector no quiere que se cumpla, que es “que el modelo de destrucción de cadenas argentino avance sobre la lechería”.
La famosa intervención virtuosa, debería estar puesta en este segmento, así como en la contención del avance comercial, hechos que hacen a objetivos idílicos, que en tiempos de maduración administrativa deberían hacerse realidad.
Fuente Sociedad Rural Las Colonias