Los granos son «el brote verde» de una economía recesiva. Las partidas de trigo que arribaron sólo en noviembre son las más altas para ese mes en 15 años.
El despegue que se descontaba para la economía argentina en el segundo semestre del año ha quedado en espera hasta nuevo aviso. La semana pasada el INDEC informó que el Estimador Mensual Industrial (EMI) había registrado en octubre su novena caída interanual consecutiva, y la más alta desde entonces con un (-8%) respecto al mismo mes del año anterior.
Sin embargo, escapando un poco a esta realidad, el grano se mueve -y mucho- en las rutas del interior del país. Sólo en noviembre ingresaron en las terminales del Up River de Rosario y su zona de influencia 18.113 camiones cargados con trigo. Esta información, que surge de los reportes diarios de Williams Entregas S.A., cuenta las unidades que entran a planta hasta las 6:00 am de cada día, por lo que debe considerarse que no cubre el 100% de los despachos. En promedio, pueden representar alrededor del 50% del total, algo menos en época de cosecha y algo más el resto del año. Además, cada rodado transporta en promedio unas 27 toneladas.
Camión a camión
Los 18.113 camiones con trigo representan, por su parte, el número más alto de ingresos para un mes de noviembre en al menos 15 años. Con ello, desde que comenzó la campaña en diciembre 2015 el total de camiones despachando cereal en la zona de Rosario fue de casi 97.500 unidades, un 75% más que el ciclo anterior y el mayor volumen de los últimos cuatro años.
En el caso de la soja, en el mes de noviembre se registran ingresos por 46.018 camiones, un 25% más que el mes anterior y el doble que en noviembre último, incluso pese a estar lejos de la época de cosecha. Entre octubre y noviembre se observó mayor interés de las fábricas por hacerse del grano para procesar frente a la mejora en los márgenes de crushing, aunque hoy la situación es algo diferente. Las colocaciones de harina en el exterior no están teniendo la fluidez deseada, y el cuello de botella de existencias acumuladas les dificulta a las firmas seguir aceptando grano. Hacia el cierre de la semana, sólo un comprador estaba abierto en el segmento de entrega inmediata, el resto sólo realizó ofertas de compra para descarga contractual.
Respecto del maíz, el ingreso de camiones del mes sumó casi 12.000 unidades, la cantidad mensual más baja de este año aunque aún el noviembre más movido desde el año 2012. Como contracara, este noviembre se observó menor ingreso de camiones con sorgo y ninguno de girasol, al igual que el rubro “otros granos” y que incluyen mayormente cebada.
Oferta mundial récord
En cuanto a precios, el mes de noviembre en el Mercado de Chicago resultó claramente negativo para maíz y trigo, mientras que la soja logró terminar el mes en terreno positivo. Tanto el trigo duro Kansas como el trigo blando Chicago cayeron un 6% hasta los u$s 143,76/t y u$s 139,81/t, respectivamente, mientras que el maíz cedió un 5% a u$s 132,57/t.
La soja desentonó con el resto con una suba del 3%, cerrando el mes a u$s 379,29/t.
El principal elemento de presión bajista para los granos continúa siendo, por un lado, la oferta récord que salió al mercado este año y, por el otro, el fortalecimiento del dólar en el mundo, que se acentuó luego que Donald Trump ganase las elecciones para convertirse en el próximo Presidente de los Estados Unidos. La posibilidad de la soja de escapar a esta tendencia general se la debe agradecer a la robusta demanda de poroto, tanto por parte de las plantas en Estados Unidos como de los principales países importadores del mundo, liderados por China.
En el plano local, la presión bajista se hizo sentir en el mercado pese a lo cual una depreciación de nuestra moneda en relación a la divisa norteamericana dio algo de aire a las cotizaciones FAS en pesos, tal como surgen de la referencia de la Cámara Arbitral de Rosario. En el caso del trigo, la caída se limitó a un 3% en el mes para cerrar a $ 2.135/t, mientras que maíz y soja aumentaron un 2% hasta $ 2.550/t y $ 4.145/t, respectivamente. Por su parte, el sorgo subió un 1% a $ 2.100/t mientras que el girasol sufrió una caída del 9% hasta $ 4.300/t.
Sin embargo, tomando las cotizaciones en dólares, el balance fue claramente negativo: todos los granos perdieron poder de compra.
Calidad dudosa
Este jueves comenzó el mes de diciembre, y con ello arranca formalmente el nuevo ciclo comercial 2016/17 de trigo con buenos indicadores de actividad pero grandes preocupaciones de calidad. Pese a los grandes esfuerzos hechos y la fuerte inversión que se aplicó este año al cultivo, el clima no acompañó y los primeros lotes que comenzaron a llegar a los laboratorios de la Cámara no son todo lo promisorio que se preveía, aunque aún es algo prematuro para sacar conclusiones generales.
Debe tenerse en cuenta que la cosecha avanza desde el Norte del país hacia el Sur, por lo que estas primeras muestras no provienen, mayormente, de la zona núcleo. De cualquier modo, con un Peso Hectolítrico promedio por debajo de 80 y un Contenido Proteico que apenas roza 10% las luces de alerta comienzan a encenderse.
Esto último a su vez condiciona el desenvolvimiento del mercado local, donde se amplió la prima a pagar por grano de calidad. Para el trigo con PH 78 y proteína 10,5 las ofertas abiertas se ubicaban en $ 2.400,00/t, mientras que para el cereal grado 2 se pagaban $ 2.100/t, en ambos casos para la descarga inmediata en terminales de nuestra zona.
Con embarques comprometidos desde elevadores del Up River por más de medio millón de toneladas en los próximos 15 días, no caben dudas: el trigo arrancó la nueva campaña a todo vapor.
Fuente Campo Litoral