Un importante volumen de hacienda ingresó al mercado en los últimos meses y deprimió los precios del ganado. Mientras tanto, las plantas procesadoras plantean la urgencia de descomprimir con más exportación. También denuncian perjuicios por las empresas «cartelizadas» que pagan menos por el recupero.

La recuperación de la oferta de hacienda, el crecimiento de la producción de carne y la escasas válvulas de escape para descomprimir el mercado interno -a pesar de un incremento de las exportaciones- configuran un “combo” amenazante para la cadena de ganados y carnes. La señal más preocupante: en menos de dos meses el valor promedio de la hacienda retrocedió más del 10%. A tal punto que la participación sobre el precio de la carne en el mostrador quedó debajo de la media de los últimos 8 años.

A esto se suma la denuncia de “cartelización” que los frigoríficos plantearon contra las empresas que compran el recupero (cueros, grasa, huesos), acusándolas de tener un comportamiento oligopólico y no trasladar la mejora del tipo de cambio al precio que pagan por esos productos, que se destinan mayormente a la exportación. De hecho el cuero salado hoy vale menos que dos años atrás. Al respecto, Buenos Aires reaccionó primero con la propuesta -a través de su Mesa de Ganados y Carnes- de habilitar a las plantas para que puedan exportar un cupo de cueros crudos, en base a un porcentaje de su propia faena.

Muchos contra pocos

El último reporte mensual de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA) advirtió que en noviembre “se puso en evidencia lo que se venía intuyendo en el sector de ganado bovino”. El aumento de la faena, la caída de los precios del ganado en pie, el consumo interno sin signos de recuperación, demostraron que, si no aumentan las exportaciones de manera significativa, se destruirá el precio del ganado en pie y se retrocederá en el incipiente crecimiento que el sector ganadero mostraba a través de los índices de retención de vientres y del aumento en el peso del animal enviado a faena.

Por otra parte, la entidad denunció que continúa “la insostenible cartelización de las curtiembres y de los menudencieros” que, a pesar de haberse beneficiado con la revalorización del dólar, no lo han trasladado a los precios que pagan a la industria frigorífica, “aumentando aún más las altas tasas de ganancias de los dos grupos oligopólicos del sector de ganados y carnes en detrimento del sostenimiento de la actividad en su conjunto”.

La queja es porque los precios de los subproductos ganaderos (cueros, menudencias, grasas y huesos) recibidos por los frigoríficos no aumentaron en los últimos meses, a pesar de que la mayor parte de esos subproductos se exportan y el dólar tuvo un significativo incremento.

Según CICCRA, el actual “integrado por subproductos” (recupero bruto) obtenido por los frigoríficos es más bajo que un año atrás, cuando el tipo de cambio efectivo (valor del dólar y retenciones mediante) era menos de la mitad del actual.

Esto se explica -afirmaron- en parte por el aumento de los costos locales de conversión medidos en dólares (en particular la energía). “No obstante, la causa fundamental es la escasa capacidad de negociación individual que los frigoríficos tienen frente a una notable concentración económica y cartelización de los demandantes mayoristas de subproductos ganaderos: son cinco o seis curtiembres, dos o tres exportadoras de menudencias y tres o cuatro ‘levantadores’ de sebo y huesos”, protestaron.

Para la cámara, “la atomización exagerada de la oferta de subproductos (más de quinientos “locales de faena”), unida a la apuntada concentración de la demanda es un cóctel permanentemente ruinoso para la industria frigorífica y para la producción pecuaria”.

Datos de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), difundidos en su último boletín mensual, indican que el precio de los cueros salados en frigorífico, al 2 de diciembre, en plantas de Córdoba y Santa Fe, valieron (en pesos por kilo): novillos $11,40; vacas de consumo $9.40; vacas de conserva $8.74; novillos livianos $11,40. En agosto, habían sido: novillos $11,70; vacas de consumo $10,97; vacas de conserva $9,95; novillos livianos $11,70.

Desde otra entidad sectorial, como el Consorcio Exportador de Carnes ABC, el precio del cuero salado de novillo en términos de dólares estadounidense está en el nivel más bajo desde 2010: 0.76 US$/kg.

Fuente Campo Litoral