El asesor brindó una charla en Santa Fe sobre inversiones posibles en el sector agropecuario para 2017. Aseguró que hay buenas perspectivas en planteos ganaderos, lecheros y porcinos, gracias a las ventajas comparativas de Argentina con otros proveedores del mercado mundial de alimentos.
“Si te dedicás a producir sólo para comer te fundís; entonces tiene que haber apertura para que haya negocios; hoy creemos que las señales son de apertura. Si eso ocurre, la capacidad de inversión es enorme”.
Para el ingeniero agrónomo Lucas Lennon, socio gerente de Agropecuaria El Encuentro, las reglas económicas instauradas en el país hace un año son una buena señal para aventurarse a invertir en el sector agropecuario. Este fue el eje de una charla que brindó en la Bolsa de Comercio de Santa Fe, organizada por Pautass Agromárketing, con el objetivo de atraer capital a los agronegocios.
Con una trayectoria de 7 años, la empresa -con sede en Pehuajó, Buenos Aires- obtuvo logros aún durante los años de cierre de la economía. “Hemos crecido en la coyuntura anterior con habilidad e inteligencia”, dijo el asesor, y consideró que el negocio agropecuario es posible, a pesar de las “cuestiones estructurales para cambiar”, como el esquema impositivo o la infraestructura. “La argentina ofrece posibilidades si sabés buscar el momento”, aseguró. Incluso remarcó: “no existen costos más competitivos que los argentinos para hacer soja, carne, leche, cerdo”.
Es barato
Frente a un auditorio donde prestaban atención tanto actores del agronegocio como potenciales inversores externos al sector, Lennon indicó que el país no tiene otro camino más que insertarse en la economía mundial. “Hay todo tipo de negocios, vemos el potencial que tiene el campo”.
Su diagnóstico es que “lo interesante es diversificar las inversiones”, porque “somos el granero del mundo y lo único que exportamos es soja”. Las otras producciones se destinan principalmente al mercado interno, pero sin exportar tampoco se puede crecer ni alcanzar la escala.
Sobre el costo argentino de producir, Lennon fue tajante: “si sos piola y sabés elegir el momento propicio para entrar en un negocio adecuado hay un montón de posibilidades, que en el resto del mundo no están. Si te equivocás sí el país te las cobra con todo”. La posibilidad de producir con costos más bajos que los competidores es la principal ventaja para hacer soja, carne, leche, cerdo. “Salvo lechería, en el resto de las actividades somos supercompetitivos en los costos; eso te marca que podés insertarte”.
El tema impositivo, uno de los aspectos más reclamados desde el sector, “es un tema para trabajar; en este camino tienen que modificarse estas cosas”, dijo. Según su visión la necesidad de generar puestos de trabajo obliga a bajar impuestos. Pero para ellos habría que disminuir la cantidad de gente que depende del Estado. “Esa transformación hay que hacerla”.
Campolitoral lo consultó sobre el riesgo político, que en Argentina fue uno de las principales limitantes en la década pasada, mientras ahora el mundo aguarda los primeros movimientos de Donald Trump, que accedió a la presidencia de EE.UU. con un discurso proteccionista. “A la larga podrán pasarse contingencias políticas determinadas pero el mundo va creciendo; la cantidad de gente va a crecer y hay que darle de comer; y Argentina podrá estar aislada un tiempo pero eso, a la larga o a la corta, explota”, evaluó.
“Afuera lo ven más claro que nosotros -continuó-; acá estamos insertos en la diaria y no podemos ver el norte, no tenemos un plan a largo plazo”. Esta “burbuja”, aseguró, es “la que te lleva a no hacer nada”.
Primeras señales
Sobre las condiciones que ofrece la economía nacional para invertir, el gerente de El Encuentro explicó que en financiación (o tasa de interés) “empiezan a aparecer pequeñas señales en dólares, no en pesos por la inflación. Con esto empiezan a aparecer otros negocios interesantes”.
Explicó que hay distintas alternativas, que se arman de manera no tradicional: invirtiendo en diferentes lugares, asociandose, buscando volumen. “Somos coordinadores de negocios: armamos, juntamos la gente y desarrollamos”, definió. Y remarcó que la ventaja que ofrecen es conocer los distintos rubros del sector, situación que amplía las posibilidades de inversión.
“Creo que la gente que no es del campo quiere invertir en el sector, entonces hay que buscarle la vuelta a cada negocio para que puedan invertir, porque además se necesita inversión”, dijo sobre la atracción de capitales exógenos. Y no sólo se trata de ver un negocio. También reveló que en algunos casos por el folklore: “hay quien quiere tener sus vacas, su producción de leche, su cultivo”. En una argentina agropecuaria -agregó-, captar inversiones por fuera del sector es una línea a seguir, “pero no la única”.
En su haber la firma cuenta con proyectos concretados en cerdos, con 320 madres bajo galpón; en leche, con el montaje de tambos con 900/1000 vacas en ordeñe sobre campos alquilados, construyendo las estructuras; al igual que esquemas ganaderos. “Todo con distintos tipos de inversores”, aclaró, y bajo distintas figuras: sociedades o fideicomisos agrícolas o ganaderos (feed lot, comprando hacienda).
El modelo de inversor con el que trabajan no está definido, sino que lo hacen con todos los tamaños, según el negocio. “Puede ser capitalización de vacas , que valen 1000 dólares, y se hace una jaula o sea 30.000 dólares” , precisó. O una de novillo por 500.000/600.000 pesos. “Juntar a la gente que no es del sector para que invierta ahí es una linda línea para atraer capital”, reforzó.
Hasta ahora lo más común fue canalizarlo por los pooles de siembra y “entonces se generó un negocio no tan transparente porque mucha gente vivía de eso y era el único negocio que proponían”.
Fuente Campo Litoral