La lógica del verano policial se da en toda su dimensión. El acoso delictivo de los menores y adolescentes es tan real como incómodo y, para algunas personas, dramático.
Entre los pesares de los vecinos en estos días hay que citar a la chica de 29 años que sufrió el ataque de un sujeto de 19 años, con antecedentes y vinculado al consumo de drogas.
Le robó el celular y otros bienes -fotografía-, dejándola en estado de shock en la vereda del barrio Oeste.
Pero su carrera terminó pronto. A las pocas cuadras, una patrulla del Comando lo detuvo en plena calle en zona del barrio. Quedó detenido y los bienes le fueron devueltos a la joven vecina, pero el terror pasado, no se lo quita nadie.
Por otra parte, una conocida maestra, Liliana Bonfanti, del Barrio Sur, padeció el ingreso de delicuentes. Entre lo robado se llevaron una cámara filmadora y otra de fotos. Valen varios miles de pesos.
No fue la única vivienda robada, hubo otra a las pocas cuadras en la misma arteria. Los delincuentes por el momento no fueron encontrados pero cae la sospecha en mano negra de la ciudad y desclasados de corta edad que andan en malos pasos.
Triste fue para los dirigentes del club Defensores del Oeste ver como uno de los futbolistas juveniles de sus planteles fue atrapado en medio de un robo a la entidad en la zona de su predio deportivo en el oeste de la ciudad.
Un vecino vio como tres jóvenes saltaban un tapial del club del Barrio Oeste y llamó a la policía.
Inmediatamente una patrulla se dio cita en el lugar denunciado y en la zona del depósito irrumpió de manera sorpresiva.
No le dio lugar a los tres pibes chorros que estaban apilando botines, pelotas y demás bienes del club que se usan para dar contención humana y deportiva a los pibes del barrio.
Lo peor es que también habían ocasionado destrozos, al entrar tras romper el candado que estaba en la puerta del depósito.
Pero la tristeza, incluso para los policías, fue ver que además del adolescente de 17 años, futbolista del club y otro de 18 años, estaba robando también un chico de sólo 10 años.
Todos fueron trasladados a sede policial para luego ser llamados sus padres.
Fuente El Colono del Oeste