Según un informe del Observatorio de la Cadena Láctea, los precios actuales alcanzan para cubrir los costos productivos. Los modelos fueron construidos en talleres con la participación de 199 profesionales referentes de las diferentes cuencas. Desde CARSFE critican la metodología de la medición.
En el barro. 2016 fue un ciclo “de terror” para nuestra lechería. Lo peor es que para las cuencas de Santa Fe y Córdoba, el agua sigue “serruchando” las perspectivas de los tamberos.
“Analizando los costos regionales de producción para los tambos modales (sistemas productivos más frecuentes en cada zona) que elabora mensualmente el INTA y comparando con el precio de la leche que publica la SubSecretaría de lechería (datos de las industrias), podemos ver que en términos generales se cubren los costos de producción (gastos y amortizaciones), y que sólo en el estrato grande se logra acercar el precio al costo de largo plazo donde se incluye el costo de oportunidad al capital invertido”, sostiene el polémico documento publicado esta semana por el Observatorio de la Cadena Láctea.
Los casos modales promedio de todas las cuencas corresponden a tambos de 1.450, 2.950 y 5.700 litros diarios de producción, para los estratos chicos, medianos y grandes, respectivamente.
“Las regiones y los estratos donde el precio cubre el costo de mediano plazo o se acerca al costo de largo plazo, presentan mejores niveles de productividad, medidos en litros de leche por hectárea y por año, y donde la carga, la relación vaca ordeño/vaca total y la producción individual son los principales componentes. La productividad media de los tambos modales es de 7.600 litros de leche por hectárea y por año (entre 5.320 y 9.476 según el estrato)”, continúa el informe.
“En términos generales y bajo condiciones normales (no las actuales de excesos de lluvias o anegamiento), el precio cubre los gastos directos, de estructura y las amortizaciones, arrojando niveles exiguos o negativos de rentabilidad (Ingreso al Capital / Capital Invertido) del -0,7% , 1,1% y 2,7% para los estratos chico, mediano y grande, respectivamente”.
Se gana poco y nada
Además el informe detalla que cuando se analizan las correlaciones existentes entre las variables productivas y el Costo de Producción o el Ingreso Neto, son más altos los coeficientes vinculados a la productividad por unidad de superficie respecto a ambas medidas de resultado económico, r2 de 0,58 y 0,76 respectivamente.
“El promedio general del decil superior (10% de la población con los niveles más altos de ingreso neto por hectárea),que tiene una productividad media de 9.900 litros de leche por hectárea vaca total (entre 8.876 y 10.811 según estrato), y que representa un 30 % sobre el promedio de productividad, tiene un Costo Total de Largo Plazo de $ 4,63 por litro, respecto a un precio por litro de $ 4,71 y genera una rentabilidad promedio sobre el capital invertido del 7,21% anual”.
Los modelos productivos fueron construidos en 10 talleres realizados con la participación de 199 profesionales referentes de las diferentes cuencas y proveniente de distintas instituciones vinculadas al sector.
Respecto al precio promedio considerado es una simplificación en el análisis ya que además de la calidad composicional, higiénica y sanitaria que determina el precio, el volumen producido por el tambo genera un diferencia en base a la bonificación por este concepto, con lo cual los 3 estratos productivos deberían presentar precios diferentes.
Dudas
“El costo es un posicionamiento estratégico ante el precio”, le dijo a Campolitoral el Ing. Agr. Eduardo García Maritano, titular del área de lechería de CARSFE. Por eso el título está mal, porque hablar de costos de corto, mediano y largo plazo es casi un eufemismo: el costo es uno solo”. Para García Maritano, es una manera de decir que le pagás a todos y no te quedan deudas, pero eso no significa que el negocio avanza. Incluso el dato dice que los tambos superiores (9.900 litros) llegan a una rentabilidad del 7.2 %. Esa forma de hacer números es antigua, no sirve”, enfatizó.
Según el ruralista, la lechería es una actividad tomadora de precios como los granos, “la diferencia es que no tenemos precio de referencia ciertos. En las otras actividades los costos se ajustan desde los precios. Es una cadena donde todo es incierto, claramente hasta hoy la industria trabaja con el costo como un costo variable como una consignación. Eso así no sirve y está demostrado. Hoy estamos como estamos porque no hay reglas de juego de base. Los problemas de la coyuntura se mezclan con los de la estructura. Hay leyes que hay que hacer cumplir, como en el tema del precio cierto, donde el pago (por ley) debe ser de contado”, explicó.
Año nefasto
Volviendo a las cifras oficiales, el Observatorio confirma las cifras de la caída de la actividad el año pasado. La producción total de leche fue de 9.711 millones de litros (-14,2% respecto al año 2015). Las exportaciones fueron de 1.615 millones de litros equivalentes (-28% respecto a 2015) y que representan el 22,1% del destino comercial de la leche. El consumo doméstico cayó a 198 litros por habitante y por año (-7,5% respecto a 2015). El principal destino de la leche fue a quesos, con una participación del 49,8% de la producción industrializada. Además, el 70,3% de la leche se destinó a la comercialización de productos en el mercado interno. En cuanto al stocks, la diferencia negativa fue de 315 millones de litros de leche, cerrando 2016 con un equivalente a 772 millones de litros y 31 días de producción (-28,9% y -11,9% en litros y días, respectivamente).
Fuente Campo Litoral