La Directora General de Policía cuando asumió como Jefa, hace escasos meses la Unidad Regional XI incluyó en su discurso ante las máximas autoridades ministeriales y la tropa policial reunida en el Patio de Armas dos consignas claras: «el que trabaje y respete las normas tendrá todo mi apoyo, pero el que se cruce a la vereda de enfrente, deberá atenerse a las consecuencias».
En esta semana se conoció que la comisario general Nuñez pidió el pase a disponibilidad de cuatro policías de la Unidad Regional XI acusados de distintos delitos. De acuerdo a la información que pudimos recoger, el viernes fueron detenidos e incomunicados dos policías, uno de ellos de alto grado y el sábado otros dos, también de alto grado.
Se dice que hay detenidos además un civil y también otro policía que está en disponibilidad por suecesos anteriores a la causa.
Los delitos que se les imputan son incumplimiento a los deberes de funcionario público, encubrimiento, falsificación de doumento público, entre otros.
Los nombres y los cargos surgirán al público cuando termine hoy en Santa Fe la audiencia imputativa por parte de la Fiscal de Santa Fe, doctora María Laura Urquiza ante el juez y con la presencia de los acusados y sus abogados defensores.
La misma estaba dispuesta para esta mañana y seguramente se iba a extender hasta las primeras horas de la tarde.
Todo surgió a partir de la denuncia de un vecino civil de la ciudad sobre un procedimiento en su propiedad dado que había padecido un robo, al parecer.
Los detenidos -todos- han sido jefe de comisarías, subcomisarías y destacamentos, como en el Barrio La Orilla y en la Subcomisaría 18 del Arco de la Colonización, por citar ejemplos y también saben del oficio de sumariante.
Los mismos fueron detenidos en sus lugares de trabajo o en sus viviendas y se produjeron allanamientos en estos lugares en procura de pruebas por lo que «la movida» fue importante.
Por lo que se dice y la tipificación de los delitos, pareciera una obviedad que los cuatro policías implicados habrían ejecutado maniobras para quedarse con bienes de los procedimientos.
Eso se sabrá seguramente en unas horas más cuando la Fiscal Urquiza -a cargo de la investigación y quien ordenó las detenciones e incomunicaciones de los implicados- los acuse ante el Juez y habrá que ver qué decide Su Señoría respecto de la condición de detenidos e incomunicados que portan.
Lo que se debería probar es que existe una asociación ilícita entre los cuatro policías para quedarse con elementos que habrían sido recuperados por sus colegas.
Si es una asociación ilícita, agravada por el caso de ser policías, habrá que ver también cuánto fue el tiempo que funcionó. Pero esto sólo está en el ámbito de las conjeturas.
Lo que dicen las fuentes también es que los investigadores quieren saber si existen actuaciones que beneficiaron a ciertos componentes del delito en la ciudad. La gama de delitos debido a los cargos que ostentaban es muy amplia, de allí la imaginaría popular se hace frondosa en las redes sociales.
Lo cierto es que el caso sacudió a la ciudad en pleno carnaval y fin de feriado largo, donde las redes estallaron, con indignación.
Lo que se debe definir también es qué función cumple el civil que está detenido.
Por lo pronto, quien se decía que era un quinto policía, no es otro que el concubino de una subcomisario implicada en los hechos de los que se le acusa.
Todos fueron notificados por la policía del poder judicial (PDI) y trabajó también Asuntos Internos. No hay que olvidarse que la Directora General de Policía, Stella Maris Nuñez fue Jefa de Asuntos Internos -es un organismo interno de la policía santafesina que depende directamente del Ministro de Seguridad de la Provincia que se dedica a investigar y detener a los policías que se pasan al otro lado de la ley- hasta asumir en la Unidad Regional XI hace escasísimos meses.
«Es un golpe duro. Somos 500 policías. Los detenidos son 4, pero nos ensucian a todos. Las directivas del Ministerio de Seguridad son claras, el que se hace ladrón, va preso y se va de la fuerza. Y se cumple en todas las unidades regionales. Lo que más te duele es que son de acá y vos tenés que poner la cara. Son 496 policías honestos los que tenemos que ponerla frente a 50 mil personas, que están indignadas» nos confesaba un policía con más de 20 años de carrera.
Entre el anecdotario de las actuaciones del personal de la PDI y de Asuntos internos hay uno que es hasta gracioso. Cuentan las fuentes que la Subcomisario «Caro», estaba siendo notificada en su oficina de su situación procesal. Cuando ingresó su concubino Juan y le dijo: «Caro, le entrego los celulares» a lo que su pareja le contestó negativamente, por lo que Juan -un policía que está en disponibilidad- emprendió una rauda carrera en procura de la libertad, pero lo «agarraron de las alas» y terminó con los otros detenidos, y se dice que se lo acusa de encubrimiento.
Fuente El Colono del Oeste