Asaltaron la casa de una presidente comunal en Esperanza llevándose dinero y hasta las alianzas. «O sabían demasiado o tienen una suerte bárbara los delincuentes» dijeron fuentes cercanas a los hechos.
La dirigente política de la Unión Cívica Radical, Adriana Engler es largamente conocida por su actuación militante y también de gobierno. Fue presidenta de la Asociación para el Desarrollo del Departamento Las Colonias y es líder indiscutida de su comunidad, Pujato Norte, donde es reiteradamente reelecta por una población que se está urbanizando a pasos veloces conformando una estructura urbana destacada, con casas de familia, de fin de semana, empresas y servicios.
La Presidenta Comunal vive en Esperanza con su esposo, Antonio Spinelli, político radical que fuera en varias oportunidades presidente comunal de la localidad de Grütly, en el departamento Las Colonias.
El fin de semana padeció un robo importante en su casa, tras ser violado su domicilio a plena luz del día. Ella mora en su hogar de calle Castelli, cercano al estadio de Defensores del Oeste, en Barrio Oeste de la ciudad.
La Familia Engler-Spinelli fue robada el domingo al mediodía, frente a todo el barrio sin que nadie viera nada. La realidad de los hechos indica que los delincuentes forzaron una ventana del frente para ingresar a la casa donde, increíblemente, no había nadie. Dado que «siempre tiene gente».
Es que el sábado y domingo en Pujato se vivía la Fiesta del Agua, un acontecimiento donde participan miles de personas en la zona del Cristo de la Hermandad, límite con Esperanza en la zona sur.
Entonces, Adriana Engler estaba ocupada en esos menesteres en la población convecina y además, en la casa circunstancialmente, de manera excepcional no había nadie. Ese momento usaron los malvivientes para violar su casa y robar.
Vecinos llamaron a la misma para avisarle de los hechos y se están haciendo las investigaciones del caso. Lo cierto es que en el entorno de las víctimas no pueden creer que haya sido una «casualidad» dado que «o los delincuentes sabían demasiado sobre los movimientos en la casa, o realmente tuvieron una suerte poco común».
Lo cierto es que la vivienda quedó internamente «dada vuelta» y que los desclasados además del desastre en muebles, ropas y papeles, se llevaron una suma de dinero que si bien no se conocieron detalles, se cree que era importante, así como se alzaron con joyas de la familia, que resultan muy sensibles a sus integrantes.
Entre las mismas, los malvivientes se hicieron como botín, las alianzas de oro del matrimonio, las cuales son de un valor sentimental único para cualquier persona.
Los hechos llevan al comentario en el barrio, que es uno de los que más ha sufrido los robos en los últimos tiempos. Recuérdese que en ese barrio de universitarios, en sólo una noche, el año pasado, los delincuentes -nunca atrapados en la jefatura anterior- robaron en 18 departamentos y casas de estudiantes.
En uno incluso, con una chica durmiendo en su habitación.
Fuente El Colono del Oeste