Ajufe agrupa a más de 200 magistrados de todo el país. Lijo es el secretario general y el rosarino Vera Barros ocupa una vicepresidencia.
La sincronía o la casualidad dispararon interpretaciones diversas. Y fue el nombre el que despertó ese interés. La Asociación de Jueces Federales (Ajufe) de la República Argentina nació la semana pasada en un acto en la Universidad de Buenos Aires, donde participaron más de 200 magistrados. Este ente gremial tiene la misma sigla que Associacao dos Juízes Federais do Brasil (Ajufe), que respaldó y se transformó en un polo de poder muy importante tras el estallido de lo que se conoce como Lava Jato, el conjunto de investigaciones contra la corrupción más importante de la historia de ese país.
La Asociación de Jueces Federales (Ajufe) de la República Argentina tiene como principales autoridades al juez Jorge Morán, de la Cámara Contencioso Administrativa, quien ocupa la presidencia, y el titular del Juzgado Federal 4, Ariel Lijo, que fue designado secretario general.
La conformación de esta entidad gremial se da en un contexto en el que los jueces tienen cada vez mayor protagonismo con causas de corrupción cuyas investigaciones demoran en el país un promedio de 14 años. Para parecerse a los jueces brasileños deberán agilizar algunos trámites a pesar de las presiones del poder de turno, que en Comodoro Py parece surtir un efecto directo.
Lijo fue contundente -según fuentes que estuvieron en la presentación- cuando mencionó en la asamblea que la unión de jueces federales tenía como misión resistir las presiones de todos los gobiernos, en alusión al de Cristina Kirchner, pero también al de Mauricio Macri.
El diario La Nación describió que entre los integrantes de Ajufe había una variedad colorida de perfiles de jueces. “Había de todo: conservadores, progresistas, liberales, revolucionarios, de Justicia Legitima, de la lista Bordó, de la Celeste, de Compromiso Judicial, de todos los sectores del Poder Judicial”. La creación de esta asociación se hizo con la venia del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
Presencia santafesina
El rosarino Carlos Vera Barros, titular del juzgado federal Nº 3, ocupa una de las seis vicepresidencias. Su labor será coordinar el trabajo de esta asociación en la zona Litoral, que abarca las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones, un área que tiene distintas realidades y serios problemas en materia de narcotráfico por la frontera con Paraguay.
Uno de los puntos más importantes en toda esta región es la creación de juzgados nuevos, cuya estructura permanece intacta desde hace décadas. Está previsto que se cree un juzgado en San Lorenzo y la Cámara de Apelaciones de Santa Fe (actualmente desde 1880 sólo existe la de Rosario en la provincia). Pero el problema es la selección de jueces y la puesta en funcionamiento de un nuevo juzgado. Es un proceso tan extenso y burocrático que parece de hace dos siglos.
De la provincia de Santa Fe, también participaron el juez del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe, Luciano Homero Lauría; el presidente del Tribunal Oral Criminal de Rosario Nº 1, Omar Paulucci; el juez del Tribunal Oral Criminal Nº 2, Omar Ricardo Di Gerónimo; y el vocal del tribunal oral de Concepción del Uruguay, Jorge Sebastián Gallino, quien cumple funciones en Rosario.
El contexto en el que se crea Ajufe tiene que ver -según jueces contactados por El Litoral- con todo un proceso de cambios que se da en Buenos Aires con el traspaso de la Justicia nacional a la ciudad autónoma de Buenos Aires. En marzo pasado, la Legislatura porteña aprobó la primera etapa del traspaso, que en un primer round se enfocará sobre las unidades vacantes del fuero Penal.
Se trasladarán a esa jurisdicción ocho Juzgados Nacionales en lo Criminal y Correccional que actualmente están vacantes y dos Juzgados de Menores, 18 vocalías de los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional, dos Juzgados Nacionales de Menores, tres vocalías ante los Tribunales Orales de Menores, y los órganos del Ministerio Público Fiscal y de la Defensa que actúan en esos sitios.
Este plan de municipalizar los juzgados nacionales generó resquemores en los magistrados y también en el propio sindicato de la Unión de Empleados de la Justicia Nacional, que lidera Julio Piumato, quien participó en el lanzamiento de la Ajufe en el acto en el salón Azul de la Universidad de Buenos Aires.
Otro punto importante en la agenda de esta organización gremial es poder ocupar a partir del año próximo tres lugares en el Consejo de la Magistratura de la Nación que posee la Asociación de Magistrados.
La elección de autoridades y la división de los cargos en el interior del país apunta a que Ajufe tenga una mirada más federal, algo que no pasaba con la Asociación de Magistrados, en la que Buenos Aires tenía un protagonismo casi absoluto.
Lijo habló de capacitación, de facilitar la inclusión de mujeres en la judicatura, algo pendiente en la Justicia Federal.
Fuente El Litoral