La evaluación cuantitativa de este recurso natural, cada vez más valioso, resulta clave para establecer pautas de manejo que optimicen su uso en los sistemas de producción. Este será uno de los temas centrales de la 2° Semana del Riego en el INTA Manfredi –Córdoba– del 15 al 17 de Agosto.
La seguridad alimentaria está estrechamente relacionada con la seguridad hídrica, asegura la FAO. Es que la agricultura es la actividad que utiliza un mayor volumen de agua, más de las dos terceras partes de la que proporcionan los ríos, lagos y acuíferos del planeta. De allí, la importancia de optimizar el uso de este recurso, cada vez más valioso, en los sistemas de producción. Este será uno de los temas centrales de la 2° Semana del Riego en el INTA Manfredi –Córdoba– del 15 al 17 de agosto.
Según Aquiles Salinas –especialista en tecnologías de riego del INTA Manfredi, Córdoba–, “determinar la reserva de agua en el suelo para un cultivo en secano es un indicador de éxito, ya que en el caso de trigo para la región centro, un 70 % de ese rendimiento está explicado por el agua almacenada en el suelo”.
En este sentido, de acuerdo con el técnico, “su evaluación cuantitativa constituye, entonces, una herramienta fundamental para comprender las interacciones entre el clima, el suelo, la genética y el manejo tecnológico para, así, establecer pautas de manejo que optimicen el uso del agua en el sistema de producción”.
En este contexto, Salinas subrayó la importancia de conocer la humedad edáfica o agua en el suelo para saber la cantidad presente en el perfil de suelo a diferentes profundidades o estratos, en un momento determinado.
Para aumentar la eficiencia en el uso del agua, desde el INTA Manfredi recomiendan implementar el balance hídrico como método de manejo del riego suplementario. “En situaciones con riego se magnifica la importancia de tener esta información para poder determinar los momentos en que realmente es necesario regar”, puntualizó Salinas.
A tal fin, Salinas aconsejó manejar el riego mediante el método de balance hídrico, ya sea con métodos directos como la gravimetría (muestras de suelo secadas en estufa para determinar contenido de humedad), o bien con nuevas tecnologías de medición indirecta como sondas eléctricas, water mark o tensiómetros.
Esta tecnología propone una serie de datos o mediciones para determinar el cuándo y el cuánto regar: reserva de agua útil en el suelo, demanda de agua según la evapotranspiración, las necesidades de agua del cultivo según su estado fenológico, el límite mínimo de agua aceptable en el suelo y la precipitación efectiva infiltrada.
Para que las producciones sean sostenibles en el tiempo resulta “fundamental” mejorar la eficiencia de los sistemas bajo riego, para lograr que cada milímetro de agua que provenga de riego sea tomado por las plantas y convertido en grano o forraje para los animales.
El riego tiene su semana
Del 15 al 17 de agosto, se realizará en el INTA Manfredi –Córdoba– la 2° Semana del Riego en la que se expondrán las novedades y tecnologías disponibles para el sector. Los participantes contarán con una jornada con disertaciones, entre las que se destacan los avances y tendencias en tecnologías de aspersión y una recorrida a campo sobre riego por goteo subterráneo y un curso taller para profesionales sobre riego suplementario.
Durante el curso taller se expondrá sobre la aptitud de suelos para riego suplementario y agua en el suelo, sus conceptos teóricos con ejercicios de cálculo.
A su vez, tendrán disponible un taller de capacitación sobre avances en diseño de aspersores y boquillas de aspersión para sistemas de riego por pivote. También habrá experiencias y una recorrida a los módulos demostrativos.
Fuente INTA Informa