El próximo jueves 12 las asociaciones confederadas se reunirán en la Sociedad Rural de Rosario para evaluar los resultados obtenidos del plan gremial dedicado a obtener soluciones para el sector lácteo. La intención es redefinir acciones y finalizar el diálogo con la Dirección Nacional que encabeza Alejandro Sammartino, para dirigirse a otros estamentos del Gobierno. No descartan la realización de medidas de protesta
Desde los últimos meses venimos contando sobre los magros resultados que se logran en los espacios de debate y discusión de la lechería, básicamente representados en las sesiones de la Mesa de la Competitividad. Estos encuentros, que reúnen a productores, industriales, profesionales y funcionarios nacionales y provinciales, no logran siquiera encontrar un hilo coherente de temas, en virtud de la diferencia sideral de criterios e intereses de los intervinientes.
Los tamberos siguen asistiendo con la esperanza de conseguir mercado de referencia, contratos de compraventa u otras herramientas que vienen solicitando desde hace años, los industriales reconocen las dificultades del primer eslabón de la cadena pero se encargan de recordar las propias y de proteger, lógicamente, su salud y los funcionarios no aportan ideas, paliativos o salidas posibles.
Esta situación indudablemente ha desgastado los espacios de discusión y es por eso que algunas entidades rurales se plantean la posibilidad de buscar otros caminos de diálogo.
En este sentido pudimos conocer que Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) ha convocado a las entidades confederadas, a pedido de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe, para una sesión especial en la Sociedad Rural de Rosario, el próximo jueves 12 de julio. El llamado es para todas las confederaciones que tengan socios en la actividad láctea, y seguramente estarán representadas, además de CARSFE, CARBAP (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa), CARTEZ (Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona) y FARER (Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos). También estarían representantes de CLAS (Cuenca Lechera Abasto Sur) y otras entidades del sector primario.
La intención del encuentro será evaluar si el plan gremial que vienen desarrollando desde CRA es el correcto, revisar los logros obtenidos, relevar la situación de los productores e incorporar las acciones que se logren por consenso.
Además, se determinará concretamente qué medidas se tomarán a partir de ahí ya que desde las bases consideran que las instancias de diálogo entabladas con la Dirección Nacional de Lechería están agotadas.
Consideran que la entidad, en nombre de los productores tamberos, tiene que orientarse hacia otros estamentos, quizás fuera del esquema del Ministerio de Agroindustria. En este sentido algunos dirigentes ven con buenos ojos la llegada del nuevo Ministro de la Producción, Dante Sica, que tiene otra mirada.
Por supuesto se estará debatiendo alguna acción concreta y no se descarta una medida de protesta. En este sentido hay que recordar que semanas atrás se rumoreó la posibilidad de que algunas entidades organicen una movilización a Plaza de Mayo, en la que se entregaría leche a los ciudadanos que se congreguen a escuchar sobre las dificultades del sector.
Un tambo menos por día
Los productores agropecuarios en general, los tamberos en particular, vieron con muy buenos ojos el cambio de gobierno en 2015. La salida de un grupo político inescrupuloso y agresivo con el campo, la llegada de dirigentes que recorrieron y revisaron las peripecias atravesadas por el sector primario de muchos años a esa parte.
Lamentablemente la lechería no ha encontrado soluciones hasta aquí, sigue atada a los vaivenes tanto del clima como de la economía y se vuelve una actividad imposible para el 80% de los productores.
Un reflejo de la crisis extendida es el último informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), que cita datos del SENASA: “para 2017 existían 11.326 unidades productivas. Estimamos, según ceses de actividad relevados en algunas industrias, que en 2018 habría en base a esos datos SENASA unos 10.873 tambos, 4% menos que en 2017”.
De acuerdo a la estimación realizada desde el Observatorio, y en ese contexto, lo que sucedió y sigue sucediendo no es muy diferente a lo que pasaba durante la larga gestión del kirchnerismo, ni tampoco de lo que aconteció en el primer año de la gestión macrista. Entre 2017 y 2018 cerraron 453 tambos, el 4% de los que quedaban, más de uno por día.
Los tamberos, varias veces inundados y este año impactados por una sequía histórica, siguen operando por debajo de sus costos de producción. El que no quedó sepultado en su falta de competitividad huye presuroso, buscando compensar de alguna manera el tiempo, el esfuerzo y e capital invertido.
Fuente SRLC