Luego de la demostración exitosa de su uso in vitro, un equipo de investigadores argentinos integrará un trabajo científico para encontrar la dosis efectiva en humanos.
La ivermectina es un antiparasitario de amplio uso en ganadería, que también está autorizado para su uso en humanos. Luego de la publicación de un estudio de científicos australianos realizado in vitro con el que demostraron eliminar el coronavirus en 48 horas, un consorcio de científicos argentinos busca que se llegue a probar para pacientes con la enfermedad.
Andrés Lifschitz es médico Veterinario y desde hace más de 25 años años trabaja con Carlos Lanusse sobre las propiedades de la ivermectina en el Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (Civetan), de la Universidad Nacional del Centro y el Conicet. Ambos son investigador es de este último organismo y dirigen el Laboratorio de Farmacología de la casa de estudios en Tandil.
En diálogo con Campolitoral , Lifschitz afirma que se trata de un fármaco muy utilizado en la medicina veterinaria, aunque también está aprobado para su uso en personas, siempre como anti parasitario. Y que desde hace años otros grupos a nivel internacional lo están evaluando para enfermedades virales.
“Así es como surge este trabajo de un grupo de investigadores australianos, que encontró la eficacia del producto contra el virus que causa esta enfermedad. Esto es importante aclararlo, y requiere de la cautela del caso, porque el efecto que encuentran los australianos es in vitro, quiere decir que es en una técnica de laboratorio, porque no lo probaron en personas”.
Lifschitz admite que esto abre un desafío, que incluso originó una discusión interna en la Facultad y el Civetan, a través de su director el Dr. Lanusse, “y junto a otros grupos, la conformación de un trabajo interdisciplinario de médicos y de ONG para tratar de ver si este efecto que se ve en el laboratorio puede ser factible de reproducir en pacientes”.
Claro que esto no es de un día para el otro, y que requiere de un andamiaje complejo. “Si uno pregunta por los tiempos, no lo podemos calcular, ya que nosotros -en tanto engranajes de ese equipo- aportamos el conocimiento en materia de salud animal”, aclara.
En este ámbito tienen mucha información y experiencia con el uso de esta droga por más de 25 años, por lo que afirman que la ivermectina interfiere con una proteína de las células, que es necesaria para que el virus pueda replicarse. “De esta manera, la droga estaría interfiriendo con un mecanismo indispensable para que el virus pueda infectar a las células, con lo cual estaría inhibiendo la replicación viral”, asegura “en criollo” el especialista.
A partir de ahora el desafío para por encontrar un protocolo de dosificación que reproduzca este efecto antiviral, sin causar daño alguno al paciente humano.
Fuente Campo Litoral