Un grupo de delincuentes –más de nueve o diez personas- ingresaron a una vivienda ubicada en zona rural de San Agustín portando todos armas largas con las que apuntaron a las víctimas, entre ellos una bebé. Estas dos familias, -compuesta por seis personas-, que habitan la vivienda de un establecimiento agropecuario, desempeñándose como tamberos, fueron protagonistas de una verdadera historia de terror.
Todo comenzó en horas de la noche del viernes 1 de mayo, cuando los malvivientes rodearon la casa y luego de romper la puerta, rompiendo todo a su paso, redujeron a las personas que habitan la vivienda y comenzaron a desvalijarlos. Pese al mal momento, ninguno sufrió daños físicos. Por supuesto que el susto y el trauma psicológico no se lo quitarán por mucho tiempo.
Consumado el hecho, y ante la vista de efectivos policiales de San Agustín y de San José, se fueron corriendo atravesando un lote sembrado. Hasta el momento nada se sabe, ni de los delincuentes, ni de lo robado.
Por tal motivo, entrevistamos en el programa «Nuestro Tiempo» a Sergio Barretta, propietario del establecimiento.