El remate 12° aniversario de Rosgan mostró una demanda firme en la casi totalidad de las categorías, manteniendo los precios del “corazón” de la invernada, como son los terneros y terneras, mostrando así cómo los animales siguen siendo una reserva de valor importante en estos momentos de tantas complicaciones económicas y ausencias de inversión.
En cambio costó colocar las vaquillonas, no solamente por los valores solicitados sino porque la seca en gran parte del país mostró sus efectos y ante la ausencia de pastos “nadie se arriesga a comprar animales corriendo riesgos innecesarios”, explicó el director ejecutivo Raúl Milano.
Mientras tanto, “la estrella sigue siendo la vaca de invernada, que sigue mostrando récords en precios con una demanda más que sostenida por los exportadores a China”, sentenció. Los precios promedios de esta subasta aniversario con casi 15.000 cabezas fueron: terneros $ 143,39, terneros y terneras $ 137,66, terneras $ 130,41, novillos de 1 a 2 años $ 120,37, terneros Holando $ 108,26, novillos Holando $ 99,05, vaca de invernada $ 82,98, vaquillonas de 1 a 2 años $ 123,32, vaca con cría al pie $ 29.259,87, vacas con garantía de preñez $ 49.660,67 y vaca para faena $ 85,14.
En el análisis del negocio que hizo Milano a raíz de los 12 años de existencia del mercado destacó las dificultades que impuso la pandemia en todos los aspectos sanitarios, económicos y sociales. “No obstante ello como actividad esencial el campo sigue produciendo los alimentos que el país y el mundo necesita”, aclaró.
Según el Director Ejecutivo, los eslabones de la cadena “no están homogéneamente alineados” y se observan “claramente” ganadores y perdedores. “El criador es el eslabón más débil que produce favorablemente tanto sus vacas de refugos como su invernada, ubicándose así como uno de los ganadores. Está acompañado por la industria exportadora que sigue abasteciendo a la gran demanda China y les permite pasar un buen momento”, señaló.
En cambio el sector de confinamiento, los feedloteros, “sobrellevan una ecuación complicada en sus principales insumos, el animal y el maíz, generando situaciones de pérdidas que muestran la descapitalización que tienen en el achique de sus encierres”.
La demanda interna puso al consumo per cápita anual más cerca de los 50 kg por año, el valor más bajo en las series históricas como tendencia consolidada resultado de la caída de los ingresos de la población y las propuestas en carnes alternativas que llegaron para quedarse.
Fuente Campo Litoral