El reporte del OCLA de septiembre indica que el promedio de establecimientos de todo el país tuvo un margen 0.2% negativo. El peor resultado lo tienen en la cuenca central santafesina, donde el costo es le mayor del país.
Tras casi dos años con costos directos en el tambo por encima del precio de la leche en tranquera, en septiembre los gastos superaron ese umbral y volvieron a marcarse en rojo. El informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) indicó que los establecimientos a nivel nacional recibieron un promedio de $ 19,14 por litro en tranquera, mientras el costo de producirlo fue de $ 19.41. Es decir que -en términos teóricos- los tamberos perdieron $ 0.27 por cada litro entregado o -0.2%. La línea histórica muestra que desde noviembre de 2018 no se daba este “descalce”.
El reporte aclara que “si al Costo de Producción le incorporamos una rentabilidad exigida al Capital Promedio Operado del 5% anual, obtenemos un Precio de Equilibrio de $ 22,12 (precio necesario para pagar todos los costos en efectivo, mantener el capital y retribuirlo con esa tasa asignada)”. En tal caso el quebranto es de casi $ 3 por litro.
“La rentabilidad fue 0,7 puntos porcentuales inferior respecto al mes anterior y -3,4 con respecto a septiembre de 2019”, precisó OCLA. Los costos se incrementaron 4.4% intermensual y 36.6% en un año, y están directamente relacionados con tres factores: leche (mano de obra de ordeño y alquileres, por ejemplo), inflación (para algunos bienes y servicios no transables en el exterior) y variación en el dólar (semillas, agroquímicos, fertilizantes, suplementación, tasa de interés, etc.).
“Luego de veinte meses consecutivos con rentabilidad positiva, con valores oscilando entre 0,1% y 8,4% con un promedio del 2,7% en los 12 meses anteriores, septiembre 2020 presenta una tasa de rentabilidad negativa (-0,2%)”, detalló el informe de septiembre. Segmentada por escala de producción, “la rentabilidad ponderada de las diez regiones por estrato es de -1,4%, -0,5% y 0,9% para el chico, mediano y grande, respectivamente”.
Además se destaca que “se sigue observando una gran dispersión de costos, precios de equilibrio y rentabilidades entre estratos productivos y entre regiones”. Al analizar por distritos y estratos “pueden observarse diferentes realidades referidas a los niveles de productividad y eficiencia, y aunque tamaño no es sinónimo de eficiencia, los tambos de los estratos más grandes son los que generalmente presentan menores costos, mejores precios y mayores tasas de rentabilidad”.
Así, la cuenca lechera central santafesina es la región con mayor quebranto promedio, del 1.7%, además de tener el costo de producción más elevado del país con $ 20.45 por litro. Al segmentar por estrato, el reporte muestra que los tambos chicos trabajaron con el mayor costo ($ 21.35/lt) y la pérdida más pronunciada de 2.9%. Para los medianos la relación fue $ 20.43 de costo y renta 1.8% negativa; mientras los grandes tuvieron un costo productivo de $ 19.79 y una pérdida de 0.6%.
Fuente Campo Litoral