El Ingeniero Claudio Ortmann comentó cómo la Cooperativa lleva adelante acciones para el control de este insecto, para poder detectar tempranamente la aparición de la plaga y armar diferentes tácticas para controlarla.

Con el objetivo de monitorear de cerca la actividad de la «chicharrita» en los campos de nuestra zona de influencia, la Cooperativa Guillermo Lehmann ha desplegado una serie “trampas pegajosas” en diferentes lotes, que consisten generalmente en láminas de color amarillo recubiertas con un adhesivo que captura a los insectos al contacto.

Esta acción, liderada por el Ingeniero Claudio Ortmann junto a un grupo de ATC de Agroinsumos, es parte de un esfuerzo continuo por proporcionar a nuestros asociados información actualizada que facilite la toma de decisiones, especialmente ahora que se aproximan días clave para el monitoreo de maíz.

“El año pasado recibimos una noticia inesperada que nos llevó a replantear las estrategias para el manejo del cultivo de maíz. Tanto los técnicos como los productores tuvimos que adaptarnos rápidamente a esta nueva realidad. A partir de este desafío, la Cooperativa decidió implementar una red de alerta temprana para la detección de la chicharrita, aprovechando nuestra presencia regional con sucursales distribuidas en distintas áreas del centro de Santa Fe. Cada sucursal cuenta con trampas pegajosas, básicamente cartones amarillos que atraen al insecto, permitiendo realizar una detección temprana en los lotes de maíz”, explicó Ortmann.

Consciente de la incertidumbre que este insecto genera entre los productores, el equipo técnico de la Lehmann inició una recopilación de ensayos para extraer datos que permitan monitorear y evaluar la evolución de la población de chicharritas. “Estas trampas nos ayudan a seguir cerca cómo evoluciona la población del insecto a lo largo del año. De hecho, en los primeros meses del año ya empezamos a detectar la presencia de chicharritas en algunas trampas”, destacó.

Este monitoreo es esencial para adaptar estrategias de siembra y asegurar que las decisiones sobre el manejo del Maíz se basen en información sólida y confiable, brindando asesoramiento de excelencia.

Esta chicharrita que se encuentra en el maíz, llamada Dalbulus maidis, es una plaga que ha sido identificada como vector de una serie de patógenos, a los cuales se los agrupan con el nombre de complejo del achaparramiento del maíz, que ha afectado históricamente a los cultivos en el norte del país. Sin embargo, en el invierno del año pasado, su propagación se ha intensificado en el territorio santafesino y esto ha generado preocupación en el sector agrícola. “La Chicharrita en realidad no es la que hace el daño, sino que puede transmite dos virus y dos mollicutes que deterioran el cultivo. Por eso es un complejo de enfermedades, el achaparramiento del maíz, como el mosquito en el dengue, produciendo daños a modo enanismo, haces vasculares y hojas dañadas las cuales producen el quiebre de las plantas y la perdida de grano y/o reducción de su peso, si el daño es muy severo puede producir la pérdida total del cultivo”, explicó el colaborador de la Lehmann.

Acerca de los productos que ofrecen aliados como Syngenta para enfrentar este problema, esta empresa de fitosanitarios sacó al mercado dos productos, uno de ellos es el insecticida VERDAVIS®, con tecnología PLINAZOLIN®, es un nuevo producto de aplicación foliar. Para el control de Chicharrita, debe aplicarse en estadíos vegetativos muy tempranos (V2), cuando se observan los primeros adultos en los cogollos de las plántulas. Posee características muy favorables en cuanto a eficacia y control prolongado de un amplio espectro de plagas, además de otorgar acción protectora residual.

El otro producto es FORTENZA® es un insecticida de amplio espectro que contiene el ingrediente activo Cyantraniliprole, y que se aplica como tratamiento de semillas previo a la siembra. Es capaz de prevenir el daño de los insectos desde el desarrollo temprano de los cultivos, mejorando su establecimiento y dando como resultado un mayor rendimiento. Estos productos han sido desarrollados por Syngenta y con muy buenos resultados.

“Todo el año pasado hemos empezado a armar distintas estrategias y formas de trabajo y obviamente también controles químicos. Respecto a estrategias, es necesario controlar las plantas guachas de maíz durante el invierno para que no sean hospederos de la chicharrita, ya que se reproduce si o si una planta de maíz y el monitoreo. Tener en cuanta en el monitoreo que el umbral es muy bajo porque es una plaga que cada planta que infecta es una planta que deja de ser productiva, entonces el monitoreo es importante para llegar a tiempo», completó Ortmann.

Manejo sostenible

La Cooperativa Guillermo Lehmann se caracteriza por implementar estrategias de manejo sostenible que logren equilibrar el uso de fitosanitarios con prácticas sostenibles para minimizar el impacto ambiental en el manejo de esta plaga. Sobre la manera en que se puede llevar adelante este tipo de estrategias, el Ing. Ortmann explicó que “se debe realizar un trabajo en conjunto de productos de origen químico y/o con productos biológicos. Esto es, controlo la plaga con un producto químico y luego coloco un producto biológico para que controle loas nuevas infestaciones su fijación en la planta. Estos productos se deben aplicar las veces que haga falta en lapso de días o semanas, lo importante es realizar un monitoreo constante”, finalizó, indicando que los resultados de los monitoreos fueron muy relevantes porque al ser una plaga nueva en la zona permite entender el comportamiento de la chicharrita y tomar las decisiones correctas para su control. Otra cuestión que se debe esperar es que el invierno de cada año sea con mucho frío, con varias heladas, dado que nos ayuda a que la plaga no se desarrolle tempranamente. Más información en este link.